Por Guillermo Cherashny.-

Está claro que la suba de la tasa de interés de las Lebacs y pases que maneja el Banco Central, en lugar de reducir la inflación, la está acelerando, ya que el INDEC dio para el mes de abril para el AMBA el 2,6% y la inflación núcleo el 2,3%, con lo cual el primer cuatrimestre marcó el 9,1%, más de la mitad de la inflación que preveía Sturzenegger, cuya meta del 17% anual es inalcanzable y dificulta el cierre de muchas paritarias, al mismo tiempo que el consumo cayó en los primeros 4 meses el 6%, según todas las consultoras especializadas, aunque en la reunión de supermercadistas del martes pasado en el hotel Hilton, una vez que se retirara Mario Quintana, el jefe de gabinete, el dueño de una cadena les comentó a los demás que las ventas habían caído el 20%.

No sólo el BCRA aumento la tasa de interés sino también la emisión monetaria y los agregados monetarios y a Federico Sturzenegger no lo apoya el consenso de los economistas, pero en el sector financiero local e internacional celebran con champagne la bicicleta que generó.

Las obras públicas en la provincia de Buenos Aires van muy lentas, porque el gobierno adelantó el 30% de la obra y los constructores las colocan en Lebacs, de modo que no sólo el aparato productivo sino la inversión pública -la única carta que el gobierno tiene para las elecciones legislativas- va en tren carreta, por lo cual sólo queda polarizar con el pasado y si es posible con Cristina como candidata, porque no tiene nada que ofrecer al electorado, dado que todas las noticias son malas.

Así las cosas, aunque el gobierno practica la política del miedo a los K, le resultará muy difícil ganar la provincia de Buenos Aires, porque hoy está en el tercer lugar y el descontento crece.

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