Por Guillermo Cherashny.-

El experimento económico que están llevando a cabo Marcos Peña y Mario Quintana, asesorados por el economista Valdimir Werning, está creando mucha incertidumbre entre el público y los mercados ya que, si bajando 1,5% la tasa de interés el dólar subió el 13%, no se puede imaginar si se cumple la idea de bajar un 4% más. Nadie discute que, si el dólar sigue subiendo, el gobierno puede reducir el déficit fiscal, ya que el gasto público es en pesos. Pero lo logrará si los sindicatos aceptan un aumento salarial del 15/17%, cosa bastante difícil por la campaña orquestada desde el gobierno y sus servicios de inteligencia para mostrar un sindicalista corrupto cada día y, si bien puede tener 15 casos más como Medina, Balcedo y Monteros, el resto del sindicalismo no es tan desprolijo ni mafioso como los tres casos citados y la ofensiva contra Moyano ya originó una marcha de camioneros para dentro de unos días.

Esta ofensiva del gobierno contra el sindicalismo es bien vista por el sector que votó al gobierno pero la escapada del dólar ya produjo y producirá más efectos inflacionarios en los próximos meses. Lo cierto es que el gobierno tomó conciencia de que con el dólar de mas de 17 pesos y un déficit fiscal del 8% en el 2020 tendría una crisis cambiaria y de deuda externa. Por eso decidió devaluar pero el mercado duda que este equipo político y económico tenga la suficiente «muñeca» para manejar una devaluación con un déficit fiscal gigantesco, porque lo que devalúa se va a los precios.

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