Por Guillermo Cherashny.-

El veranito financiero que tuvo la economía en enero y la mitad de febrero se terminó cuando se difundió el índice de inflación de enero, que dio 2,9%, produjo un cambio de expectativas y, como era obvio, comenzó la dolarización de carteras. Entonces el Central decidió subir la tasa de LELIQs a casi el 50%, en una decisión de promover un nuevo carry trade, es decir, que sigan los inversores en pesos porque pueden ganar más; pero esta estrategia es dudosa, porque la inflación de febrero estará entre el 3,5 y el 4% y en marzo igual y es muy probable que hasta el mes de julio el índice esté más cerca del 2% que del 3%.

Hay economistas que sostienen que la tasa interés de las LELIQs fijan un piso a la inflación mensualn o sea del 3%n porque las LELIQs son un emisión futura del 3% mensual y el economista Javier Milei dice que, así las cosas, la inflación puede llegar al 42% anual. Todo eso sin contar el aumento de las naftas que se viene en marzo entre el 3% y el 5% y sin tener en cuenta la incertidumbre electoral, porque hoy por hoy es el peor momento de Macri desde que llegó a la presidencia en diciembre del 2016, porque Cristina está por encima de Macri en casi todas las encuestas con un 40% contra el 27% del presidente, de ahí que se le animen los radicales buscando una PASO entre Lousteau y el presidente. Es que la UCR tiene en claro que la recesión no toco piso y que la tasa de interés al 50% seguirá sin tener piso y se podría llegar a las elecciones en recesión, porque el campo a lo sumo es el 12% del PBI y no alcanza para reactivar la economía.

Cabe recordar que en 2011 Cristina obtuvo el 54% con todo el campo en contra, ya que son un poco más de 200.000 los productores, pero hoy el interior está muy mal y hay desilusión contra Macri y sólo la clase alta, los propietarios de campos grandes, lo apoyan ciegamente pero los arrendatarios y pequeños propietarios y todas las pymes están furiosos contra un gobierno que no logra acertar con la economía.

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