Por Guillermo Cherashny.-

El presidente estuvo eufórico durante la cumbre del G20 y especialmente en el momento en el teatro Colón, cuando los bailarines locales gritaron «Argentina, Argentina» y derramó lágrimas de emoción. El lunes siguiente bajó el dólar y subieron los bonos pero desde el martes vinieron las malas noticias todos los días, como que Europa compra más el biodiesel, y sólo algunas buenas noticias, como la apertura del mercado de carnes de Estados Unidos y China, que también compraría cerezas. Pero días después los mercados internacionales empezaron a temblar con la detención de la gerente de finanzas de Huawei en Canadá a pedido de Estados Unidos por venta de tecnología a Irán. Después se conocieron números que hablan de un menor crecimiento en China y una disminución del crecimiento de los Estados Unidos y, en un futuro mediato, una recesión en el país del norte. Y cuando tiembla el mundo el país más perjudicado es el nuestro y así se fueron sucediendo las malas noticias locales, como que el Banco Central no puede bajar la tasa de política monetaria a menos del 59% y la tuvo que volver a subir medio punto más.

Pero el golpe más grave fue al conocerse la caída del consumo en el mes de noviembre al 10% y luego el índice de inflación de ese mismo mes al 3,2% cuando el gobierno esperaba algunas décimas abajo del 3% y encima la inflación núcleo dio 3,4%, lo que preanuncia que en este diciembre no bajará de ese número como esperaba el gobierno, lo que hizo subir el dólar a $ 39,20 después de mucho tiempo. Así y todo, con esta suba de la inflación y la que se espera para diciembre, está clara la advertencia de Paolo Rocca al gobierno que no dejara atrasar al dólar y Carlos Melconian al declarar que ningún gobierno ganó con la economía en este estado y que el próximo gobierno deberá renegociar con el FMI. Pero lo más grave es la suba del riesgo país, que llegó a 777 puntos básicos que demuestran que en Wall Street temen un riesgo de default, no ya si ganara Cristina las elecciones, sino que este gobierno de Macri no pueda cumplir con sus compromisos, porque sigue atado al dólar-tasa, es decir, si baja la tasa vuela el dólar y si no baja la tasa las empresas se están fundiendo y el gobierno no puede tomar deuda del exterior si no renueva las LETEs con este riesgo país.

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