Por Guillermo Cherashny.-

La buena noticia para el gobierno es que no chocará la calesita antes de las elecciones presidenciales pero le asegura un recesión de por lo menos un año, es decir, hasta abril del 2019 por lo menos, cuando podría haber un leve crecimiento del 1 o 1,5%, que dependerá de si decide ponerle un límite al tipo de cambio.

En efecto, si el gobierno tuviera coraje -del cual carece-, dejaría correr el tipo de cambio a $ 35, que se trasladaría en 1/3 a la inflación, tendría en forma anual un 35% pero podría exportar mucho más, nadie viajaría al exterior y por un tiempo caerían drásticamente las importaciones. Pero el gobierno no hará eso, pues venderá a través del Banco Nación para que el dólar no cotice por encima de los $ 27, así no tiene una fuerte recesión y una inflación del 30%, pero no aumentarán las exportaciones y seguirán las importaciones para fabricar autos y no parar esa industria y los viajes al exterior, porque hasta fin de año hay tomadas visitas turísticas a todo el mundo en pesos y financiadas en 12 cuotas sin interés, que provocarán otra salida de 10.000 millones de dólares por turismo.

Así las cosas, nos espera una tenue recesión de un año y una inflación de 30% con caída del salario y el consumo y una leve esperanza de que en el segundo trimestre del 2019 empiece otra tenue reactivación.

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