Por Guillermo Cherashny.-

El canje obligatorio de los bonos en dólares que estaban en tenencia de organismos públicos tuvo por objetivo intervenir en el mercado de los dólares financieros, es decir, el MEP, que se derrumbó a $ 375 desde $ 394, y el CCL a $ 389 desde $ 405 y, si bien es temprano para cantar victoria, los analistas del mercado creen que el gobierno tiene 12.000 millones de dólares para intervenir en las diferentes cotizaciones hasta las PASO del 11 de agosto.

Pero como está el mundo, no se puede proyectar para dentro de una semana. En efecto, el viernes el Deutsche Bank sufrió una caída de sus acciones del 10%, después de la crisis terminal del Credit Suisse -comprado por el UBS- y como se sabe, antes se produjeron las quiebras de bancos californianos que fueron rescatados por la Reserva Federal y que muchos economistas atribuyen a la suba de las tasas de interés de la Federal Reserve y el Banco Central Europeo para controlar la inflación en esos países bajo su jurisdicción.

La Argentina está fuera de los mercados y tiene una inflación del 100% anual y la sequía más importante de la historia, así que la crisis mundial agrega más inconvenientes a la economía argentina, no sólo para este gobierno sino también para el que viene a partir del 10 de diciembre. Juntos, el seguro sucesor de este gobierno, en una actitud comprensible desde el punto de vista electoral, criticó duramente el canje obligatorio y pidió interpelaciones parlamentarias y alegó que se perjudicaron los jubilados, lo cual es cierto pero contrario a su ideología. Cuestionaron que los bancos obtuvieron importantes ganancias y habían señalado lo mismo con el canje voluntario en pesos que también instrumentó Massa. Esto los ubica a la izquierda del ministro de economía, en una actitud que llama la atención. La próxima semana se verá si los dólares financieros siguen teniendo el achicamiento de la brecha con el oficial, que cuando Massa asumió en ministerio estaba cerca del 150% y ahora está en un promedio del 75%.

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