Por Guillermo Cherashny.-

No hay dudas de que Sergio Massa impresionó muy bien en su viaje a los Estados Unidos y al FMI, donde mostró un equipo sólido donde se destacan Gabriel Rubinstein y Leonardo Madcur, quienes mostraron la hoja de ruta para el año 2023 a través de un plan integral de estabilización y crecimiento. La duda es cuándo se lanza ese plan, porque la inflación inercial es muy alta, como lo demostró el INDEC de agosto, que dio el 7% y que en las dos primeras semanas de septiembre vine casi igual al mes anterior y con aumento de tarifas. Massa, en sus primeros 45 días, compró futuro, porque nadie dice ahora que este gobierno no termina su mandato y los analistas coinciden en que esta gestión sirve para llegar a las elecciones; pero el problema es que con estas tasas inflacionarias el gobierno llega muy mal. Y dijimos que el ministro compró futuro para diciembre del 23 pero, si quiere que el oficialismo sea competitivo, tiene que comprar presente y eso significa lanzar cuanto antes un plan integral donde ya cumplió el primer paso, cual es acumular reservas en un Banco Central que no tenía nada. Ni hablar de ser candidato a presidente en el 23 sino sentar las bases de una economía sin cepos y regulaciones. Pero es indudable que antes de asumir tenía una imagen negativa muy alta que podrá revertir estabilizando la economía.

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