Por Guillermo Cherashny.-

La persistencia de la inflación inercial es un grave problema para el gobierno porque corre a un ritmo cada vez mayor y es el principal ítem para la opinión pública superando a la inseguridad, que de por sí es muy grave, y atrás viene la corrupción. En efecto, la inflación se proyecta para más del 100% y para el año que viene podría ser superior, por lo cual el ministro de economía, después del dólar soja, está pensando en un plan integral que lo está pensando Gabriel Rubinstein, el viceministro de economía, sobre el cual ya trascendieron unos lineamientos pero fue desmentido, aunque no caben dudas de que Massa no asumió el ministerio para hacer la plancha. Lo que no se sabe es en qué mes se lanzará, aunque se habla de noviembre próximo. Pero la insólita circular del BCRA por parte de Miguel Pesce creó incertidumbre sobre futuras liquidaciones de soja para lo que resta del mes. Sin embargo, el martes el campo liquidó 300 millones de dólares por la rectificación que le impuso el ministro de economía al BCRA.

Este futuro plan de estabilización puede significar un desdoblamiento cambiario o una devaluación, aunque lo primero parece lo más probable, seguido por un congelamiento de precios por cuatro meses y un aumento por decreto de los salarios al mismo tiempo de un ajuste monetario y fiscal, es decir, un plan integral que termine con la nominalidad indexatoria, porque si sigue todo igual, la economía se derrumbaría como parecía después de la designación de Batakis.

Así las cosas, no queda mucho tiempo para el lanzamiento de este plan integral, porque las inconsistencias actuales llevan al choque de planetas.

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