Por Guillermo Cherashny.-

Es sabido que el país no tiene financiamiento internacional desde abril del 2018 y que se agravó con este gobierno, cuando el riesgo país triplica al que tuvo Macri en sus peores momentos y con Guzmán recurrió al crédito en pesos endeudándose en el equivalente a 60.000 millones de dólares y en abril pasado este método comenzó a agotarse por los horrores que cometió el profesor de Columbia y el mercado le retiró el apoyo y se agravó con la designación de Silvina Batakis. Y era un problema muy grave ya que, como dijimos, el gobierno carece de endeudamiento externo. Hubo muchos rumores sobre un «reperfilamiento» de la deuda en moneda local y analistas económicos y la oposición decían que el gobierno podía defaultear su deuda o lisa y llanamente nos dirigimos a un nuevo plan bonex. Nada de eso ocurrió sino que Massa, el nuevo ministro de economía, anunció un canje con una aceptación del 85% y postergó para septiembre del 23 -o sea después de la PASO- la suma de 2 billones de pesos, lo que parecía imposible un mes atrás. La reducción de los subsidios energéticos y este canje son la únicas buenas noticias del ministerio de economía pero la inflación se espera que supere el 8% en julio y agosto ya está jugado pero sería un poco menor.

Sin embargo, el asunto más grave es la pérdida diaria de reservas del BCRA por la simple razón porque no hay incentivos para liquidar exportaciones por el atraso del tipo de cambio y por las compras de gas licuado que insumen entre 100 y 150 millones de dólares por día y que están en un nivel alarmante.

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