El economista Jorge Ingaramo dialogó con Carlos Tórtora acerca de cómo podría ser la futura negociación con los acreedores.

CAT: En este estado de la negociación paralizada con los holdouts, ¿cómo debería retomarla el nuevo gobierno desde el punto de vista formal?

JI: Yo supongo que deberá manifestar rápidamente su decisión. No digo de acatar el fallo tal cual está, pero sí resolver una forma de pago de lo que la Argentina debería pagar para solucionar el problema de los holdouts.

CAT: ¿Cree entonces que es necesario que haya una declaración de intención de pago?

JI: Yo creo que sí, porque si no, no hay manera de que los principales acreedores, los que tienen un fallo a su favor, se sienten a negociar. Yo creo que la Argentina necesita declarar que tiene intenciones de negociar con los acreedores que tienen un fallo a su favor la forma en que ese fallo se lleve a cabo. Al mismo tiempo, pronunciarse con relación al resto de los que no tienen un fallo a favor, de los que tienen el derecho a cobrar también, es decir, a un nuevo canje o a un sistema de pago alternativo.

CAT: Los llamados me too ya estarían incluidos con los mismos derechos que los acreedores originales…

JI: Estrictamente, no. Al no ir la Argentina a negociar, implícitamente los me too han declarado que no tienen interés en tener el mismo trato que los que tuvieron el fallo. En realidad, no tienen la sentencia que los proteja. No la tienen formalmente y va a ser difícil que la tengan, ya que habría que seguir todo un procedimiento de un fallo que de por sí tiene bastantes cuestionamientos técnicos. Aunque es cierto que la Corte de Apelaciones le ordenó a Griesa que recalcule el monto de los reclamos de los me too.

CAT: Claro, es una acción masiva.

JI: Sí, no tiene demandantes con abogados específicamente asignados y no está abierto el proceso jurídico como tal. Eso puede llevar su tiempo.

CAT: Entonces, en cuanto a la decisión judicial, estamos cincunscriptos al fallo original…

JI: Sí, no hay otro fallo. El fallo no está ampliado, porque no hubo proceso; tenemos el tradicional fallo Griesa. Lo único que tenemos hoy es la vieja sentencia que nosotros no hemos acatado. Se han hecho presentaciones pero, como la Argentina no fue a discutir, a hacer su presentación correspondiente, eso quedó ahí a la espera. Yo creo que todo el mundo está esperando un nuevo gobierno y si el nuevo gobierno ofrece la reapertura del canje, en condiciones similares a las anteriores. También que ofrezca una participación a los que sí tienen el fallo a favor dentro de ese mismo canje o el pago extra fuera del modelo de canje con los holdouts que quedan.

CAT: Claro, yo subrayo esto de los otros, porque la presidente varias veces dijo que ahora hay que sumarle a todos los que se incorporan. Como diciendo “esto es imposible de pagar porque se ha sumado una cadena de otros acreedores que multiplican los montos”.

JI: No estoy al tanto de que haya un fallo explícito del mismo juzgado sumando a los restantes acreedores a la causa originaria. Eso no se dio.

CAT: Si volvemos a la aplicación de la Constitución Nacional, el nuevo presidente, cuando asuma, y también se renueve el Congreso, será éste el que deba habilitarlo para iniciar una nueva negociación.

JI: Un canje debe ser habilitado por el Congreso. Además, hay que ver si se hace a través de la ley de pago soberano o se permite otro tipo oferta que pueda ser más aceptable para los holdouts. Porque a éstos no les va a resultar simpática la ley de pago soberano.

CAT: La ley de pago soberano será un tema de gran debate o de una crisis en el futuro Congreso.

JI: Claro que sí, porque si nosotros queremos volver previamente a la historia con los mercados internacionales. Es evidente que la valoración que hacen los mismos es que nos van a prestar dinero teniendo una jurisdicción que no sea Buenos Aires. Es una alta valoración y por consiguiente esto se va a reflejar en la nueva situación de deuda de la Argentina. Yo supongo que eso hay que pensarlo muy bien como estrategia, porque cualquier intento de insistir en un nuevo endeudamiento, con la ley de pago soberano, nos va a llevar a un riesgo como país que no sabe aprovechar las bajas tasas internacionales.

CAT: Claro, está la ley de pago soberano, pero para una negociación también habría que modificar otras leyes.

JI: Yo creo que a los holdouts no les va a gustar que les paguen en bonos que tengan como jurisdicción la justicia argentina. Pienso que si no aceptaron lo anterior menos van a aceptar esta nueva situación. No habría negociación posible con la ley de pago soberano.

CAT: Hay un incipiente debate: por un lado, Urtubey, Blejer y otros dicen que hay que negociar; Scioli dice que no es tan urgente y el kirchnerismo sostiene que esto no es prioritario.

JI: El tema es qué vamos a hacer con el fallo Griesa. Si vamos a ofrecer un pago en títulos, como dijeron los buitres, por capital e intereses de deuda y pagar el juicio porque nos corresponde. El tema es que no vamos a poder pagar las costas judiciales con títulos porque las cortes norteamericanas no reciben títulos como parte de pago. Hay que pagarla obviamente en dólar billete. Después está el problema de los vencimientos que pudiera tener la Argentina en manos de titulares externos, que son bastante bajos en el 2016. No cabe duda de que, si queremos financiamiento internacional barato, para todo lo que tenemos que resolver, como el pago de exportaciones atrasadas y la reconstrucción de reservas, creo que la Argentina tiene que hacer una estrategia y resolver el problema de los holdouts y de los fondos buitre.

CAT: Claro, mientras esto no ocurra de un modo explícito, la propaganda del milagro económico automático con un nuevo gobierno, y la confianza en la llegada inmediata de capitales, no es nada mas que una cortina de humo…

JI: Es una cortina de humo, por supuesto. Desde el 25 de octubre, en caso de que haya un presidente electo en primera vuelta, lo que convendría es que el gobierno nacional actual iniciara las negociaciones correspondientes para dejarle el problema casi resuelto al gobierno entrante. Porque si no, lo va a someter a un desgaste al gobierno entrante, ya que el resultado puede llegar a ser muy bueno o muy malo.

CAT: Da la impresión de que el gobierno saliente lo único que quiere es demostrar que profundiza hasta el último día cada una de sus políticas.

JI: Bueno, porque está en campaña electoral.

CAT: ¿Usted dice que después puede haber un giro?

JI: Si el 25 de octubre gana Scioli, el gobierno ya no tiene demasiadas razones para no concurrir a las citas que convoque Griesa y escuchar la opinión de los buitres para empezar a hacer tratos con acreedores o, si no, como ocurrió el 30 de julio del año pasado, ponerse a buscar quien compre la quiebra. Además, eso no salió bien, porque la presidenta lo desautorizó pero estaba muy bien encaminado. Si el gobierno va a emitir títulos parecidos a los del canje va a encontrar siempre gente interesada, porque pagan muy bien.

CAT: Pero hay quienes entienden que la intencionalidad política del gobierno no es mostrar un camino de transición exitosa sino dejar que estalle la economía, para después volver.

JI: Yo no creo que inmediatamente de asumido el nuevo gobierno se desate una guerra entre el peronismo y el kirchnerismo. Puedo suponer sí que los abogados argentinos pueden hacer ante Griesa un trabajo con propuestas consensuadas por el gobierno. Empezar a ver de qué manera arreglamos esto. Para que el próximo gobierno, el 10 de diciembre, pueda explicarle a la gente la solución a este problema.

CAT: Ésta es la racionalidad política económica. ¿Puede ser que Griesa lance su ultimátum?

JI: Griesa tiene que seguir actuando con más cautela, porque no le ha ido muy bien. El mediador tiene que consultar con los acreedores que tienen sentencia firme y supongo que éstos le dirán que espere el nuevo gobierno, el nuevo equipo económico, y recién entonces vayan por las acciones jurídicas.

CAT: Hay entonces un margen de tiempo considerable…

JI: Yo, si fuera el gobierno entrante, estaría al tanto de la situación con los holdouts y los fondos buitre y trataría de llegar a algo, así se pueden iniciar las negociaciones. Mi aspiración como nuevo presidente sería poder anunciar que se reabre el canje y terminar los problemas con los buitres y al mismo tiempo volver cumplir con el artículo quinto de auditoria fiscal del Fondo Monetario Internacional, al cual yo personalmente no le pediría plata.

CAT: Si el presidente fuera Macri, esto sería aparentemente más sencillo.

JI: Más sencillo porque lo recibirían con los brazos abiertos en Estados Unidos.

CAT: ¿Usted cree que la dirigencia está totalmente consciente de que, si no se encara el tema, no hay ningún tipo de salida externa?

JI: No, no está consciente, porque siempre está la posibilidad de la continuidad. Muchos piensan que mañana mismo le van a pedir a los chinos un nuevo swap para ir prolongando esto. Y no tener que negociar con los buitres. A mí no me parece que esto sea una solución.

CAT: ¿Están asegurados los swaps o eso también está en duda?

JI: Bueno, hay nuevas declaraciones del embajador chino en la Argentina. China está muy interesada en seguir promoviendo su moneda; cree que a largo plazo va a ser convertible. Nosotros no somos los mejores pero agarramos lo que nos dan.

CAT: Hablar de pagar ahora es mala palabra…

JI: Claro, Cristina habla mal de los buitres pero a Repsol le pagó más de lo que valía YPF. Los bonos los paga el banco JP Morgan. Arregló con el Club de París y prácticamente no hubo negociaciones. Algunas cosas las pagamos rápido y con otras no. Tenemos un doble estándar. Los acreedores saben que el futuro gobierno, entre comillas, puede ser de transición.

CAT: Cuando se habla de transición es de un gobierno que viene a soportar el estallido de una bomba…

JI: Exactamente. Después vuelve la señora y retrocedió 14 casilleros, porque todos sabemos que ella no quiere negociar.

CAT: Tal vez Scioli debe estar enviando estos mensajes como una forma de imponer la imagen de que no va a ser un presidente de transición, si es que gana.

JI: Es lo mismo que hace cuando Urtubey recorre el país buscando votos para Scioli. Hay dos mensajes pero hasta que no se vaya la presidenta no vamos a saber cuál es el verdadero. La jugada de Urtubey me parece transparente en cuanto a cuál es la intencionalidad del próximo gobierno, en caso de que gane Scioli.

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