El economista Jorge Ingaramo analiza con Carlos Tórtora el primer día de la economía del PRO después de ganar las elecciones.

CAT: En el día después, ¿qué pasa con el tema económico?

JI: El mercado está muy sensible y hoy se esperaban confirmaciones de cosas insinuadas pero imprecisas. Macri sorprendió con una conferencia de prensa donde dice que se le cae el Ministro de Justicia y que el tipo de cambio va a estar administrado por el Banco Central en bandas. Es una flotación entre bandas como la serpiente europea, donde las monedas flotaban respecto del marco antes del euro. Interviene cuando hay X más arriba o más abajo, comprando o vendiendo. Yo no lo aconsejo en un Banco Central sin reservas. Si siguiera un tipo de cambio fijo, el aceitero que va a tener una prefinanciación sabe a qué precio entra y a qué precio sale.

CAT: Está Vanoli bajo la lupa judicial. ¿Cómo sigue?

JI: Se puede negociar lisa y llanamente con aceiteros. La venta de las silo-bolsas se puede negociar llamando a las entidades del campo. Así va a ser un compromiso la emisión de bonos dólar link con la ayuda de los bancos y con ellos comprando y asegurándose que tienen un dólar que rinde más que el billete. Son cosas que a mi gusto deberían haberlas esclarecido. Para mí no sería ninguna sorpresa que se encuentren en la Secretaría de Hacienda y el Banco Central papelitos y saludos. Deberían tenerlo en cuenta. ¿Qué van a encontrar? ¡Nada! El Banco Central está obligando a reducir a la mitad la posesión en dólares de los bancos para que haya dólares en el mercado.

CAT: ¿Hay un equipo de Macri coherente o unificado?

JI: Yo no veo equipo en el sentido de “todos pensamos lo mismo, de noche le rezamos al mismo Dios”. Veo gente que es más confiada en la explotación del dólar alto. De acuerdo con los resultados altos de ayer y teniendo necesidad de acuerdo político en lo legislativo, un dólar alto creo que no tiene más lugar. Pensar en una política de shock, después de ganar con el 2,8%, con un conurbano muy sensibilizado a las campañas del miedo, la duda de si va a ser un gobierno PRO o de coalición, la necesidad de apoyo del peronismo moderado para pasar leyes y arreglar los buitres, deben servir para distinguir lo esencial de lo accesorio.

CAT: ¿El shock, por las circunstancias, se esta cayendo?

JI: Lo veo improbable. Imagínese un dólar de $ 15 contra el actual. Es el 55% de devaluación, un rodrigazo. No lo daría si estoy al mismo tiempo esperando que el peronismo me apoye en las leyes para los fondos buitres. Menos aún 15 días antes de Navidad y en época de aguinaldos. Es mucho pedir. Yo distinguiría la negociación económica con el poder económico y la negociación política. Negociar con el poder económico la emisión de los bonos para que me los compren los bancos, la liquidación de los chacareros, la formación de precios de insumos críticos en la construcción, que pueden generar suba de precios y la traída del ingreso de prefinanciaciones son cosas que hay que hacerlas bien y el 10 de diciembre tienne que estar prácticamente limpias para pedirle el apoyo al Congreso sin verse obligado a los DNU para el tema buitres. Es mejor empezar con tranquilidad económica que empezar pretendiendo apoyos políticos sin organizar el aterrizaje, que tiene que ser tranquilo, suave, económicamente tolerable, y después viene la negociación. Yo veo un escenario de mucho más gradualismo.

CAT: Implica menor capacidad de acción.

JI: Sí, y más capacidad de convicción. El problema del gradualismo es que, si hago la jugada dos hoy y usted la cree, le tengo que avisar la de mañana y que usted me la crea también. Porque si no le gusta la de hoy, mañana me juega en contra.

CAT: En definitiva, resultaría que Macri termina haciendo algo parecido a lo de Scioli…

JI: No, no creo. Estamos hablando de un desembarco negociado con mucho cuidado pero siempre tratando de conseguir un conjunto de precios relativos que garanticen, a través de un dólar de $ 13, un ingreso de divisas seguro. Lo que quería hacer Scioli era un dólar de $ 10 con un yuan chino frágil. No es lo mismo, pero tampoco es la súper confianza de uno flotamos y al día siguiente el dólar va al equilibrio y somos todos felices.

CAT: El jefe del principal partido aliado del PRO, Ernesto Sanz, ayer dijo “Recuperamos la República, ahora hay que recuperar la alternancia”, evidenciando que Macri duraría sólo cuatro años. Hoy rechazó el Ministerio de Justicia. ¿Hay una crisis latente?

JI: No puede estar en crisis un gobierno que no está en ejercicio. Hay puntos delicados sobre si esto es un gobierno de coalición o un gobierno del PRO con ayuda local en los distritos como Córdoba, Mendoza, pero donde las decisiones centrales se toman en el círculo íntimo del PRO. Hoy se mostraron cuatro personas del PRO en la conferencia; no estuvo CAMBIEMOS; estuvo el PRO.

CAT: Vamos a una situación conflictiva…

JI: Para aventar el fantasma de la Alianza, no están en el camino correcto. Negociar con el radicalismo puesto por puesto, distrito por distrito, es todo un tema; no olvide que hay una infinidad de puestos nacionales en cada provincia a cubrir. Acá en Córdoba hay 400 puestos y está el Partido Radical, que tiene por lo menos cinco facciones.

CAT: Ellos están discutiendo si este gobierno nacional es de coalición, no si van a repartir los cargos.

JI: Creo que las discusiones son simultáneas. Se sabe que hay cargos a cubrir y ¿quién lo va a hacer? Gente del PRO o de CAMBIEMOS. No me parece un conflicto pero no me parece que sea arreglado tampoco. Ya vimos experimentos donde el propio partido de gobierno, o el hegemónico, toma decisiones malas y complica las alianzas.

CAT: En Argentina no sabe hacer alianzas, salvo con un partido absolutamente hegemónico. Es una alianza que sólo puede compararse con De La Rúa y Chacho Álvarez.

JI: La Alianza es el único antecedente del gobierno de coalición que tenemos. El último antecedente de una devaluación del 55% es el rodrigazo. Macri tiene que sacarse de encima esos fantasmas para estar tranquilo.

CAT: Para sacarse esos fantasmas tendría que dejar fuera de carrera al radicalismo.

JI: Lo veo complicado. Me parece que van a tener que sentarse y conversar. Por lo pronto, definir lo económico muy rápido, porque las tendencias al mercado hay que darlas, organizar los desembarcos. Las políticas tienen una fase de diseño, implementación y cambio de expectativas. Hoy no vimos ninguna de las dos primeras y el cambio de expectativas salió al revés y al paquete hay que hacerlo completo. Diseño, implementación, ver quiénes son los aliados, cómo lo vamos a hacer, negociar con los aceiteros, los formadores de precio.

CAT: ¿No hubo tiempo? Macri no toma las decisiones que tiene que tomar… ¿qué puede pasar si sigue así?

JI: Yo no hubiera hecho la conferencia a las 9 de la mañana y más sin dar señales esclarecedoras al mercado. Yo pensé que, como los mercados empezaban a las 10, iba a dejar todo claro y no pasó. Ratificaron que van a bajar las retenciones, el mínimo imponible de ganancias, que van a denunciar a Venezuela… Está bien eso, lo dijeron en la campaña. Creo que les cuesta sacarse el traje de candidato y vestirse de presidente. No se le puede pedir a un tipo mal dormido que resuelva esos problemas un lunes a las 9 AM, pero sí se le puede pedir que tenga un ministro designado que salga a decir que van a negociar, a cuánto va a estar el dólar.

CAT: Me parece que en el PRO, a diferencia de otros partidos, las coherencias internas, si las hubiera, no surgen. Son un conjunto de dirigentes que se agrandó pero no veo líneas internas que debatan argumentos. ¿Usted las ve?

JI: Cuando estuvo la interna de Michetti contra Larreta, lo vi; cuando corrigieron varias veces a Durán Barba, lo vi; cuando Peña quedó a cargo de la campaña, vi que la última instancia es siempre Macri. El tipo tuvo el mérito de construir un poder de un partido que sólo hubiera sacado el 25% de los votos, o el 15% si no tenía el radicalismo junto a él. Para los temas de Relaciones Exteriores, Educación, Salud, Defensa, hay tiempo, pero sobre la parte económica, los mercados son muy exigentes y había que haberlo pensado antes.

CAT: También se difirió armar un equipo.

JI: El que cambió la estrategia en el medio del camino fue el presidente electo, que modificó su discurso la noche del ballotage de la Capital. Se fue dando para conseguir el triunfo, no negoció con Massa aunque todos dijeron que sin eso no iba a llegar. Finalmente se salió con la suya.

CAT: El caso más famoso es Vidal.

JI: Ése es el caso. Yo siempre digo que la economía no es lo más importante de la vida pero uno no se puede olvidar de ella. No es todo ni te hace feliz pero si te olvidas de ella…

CAT: El PRO es un partido economicista.

JI: No, es un partido que creció rápido y todavía está en búsqueda de su personalidad. Insisto: no se le puede exigir que a las 9 Macri ilumine, pero tendría que haber habido un acuerdo previo sobre como comunicar al mercado lo que se iba a hacer. Por lo menos dos o tres líneas.

CAT: ¿Cuáles serían los errores?

JI: Para mí, un error importante es no haber respondido a la campaña del miedo. Además, está la innecesaria o no definitiva conferencia de hoy sobre la economía. Yo hubiera dejado un Ministro de Economía y todo lo que sean obras públicas. Hay que darles tiempo a que se asienten, se pongan de acuerdo en cómo de van a manejar, pero no hacía falta la conferencia de hoy.

CAT: Sobre el peronismo, usted que está en Córdoba, donde se produjo el mayor desfasaje devotos, De La Sota ha quedado incómodo por el 71% que obtuvo Macri…

JI: Acá no se lo asocia mucho con eso. Él es anti-K a muerte. En el 2003, Néstor salió quinto cómodo con el 11% de los votos y Cristina, en 2011, tuvo 20% menos.

CAT: Lo que pasa es que, si ayer la diferencia no hubiera sido tan grande en Córdoba y Santa Fe… podría haber empatado.

JI: Si la campana del miedo hubiera seguido quince días más, la diferencia se podría haber achicado a cero. Una diferencia de 2,8% es sacar 1,5% más. Sobre 25 millones son 375 mil votos sobre 8 millones de votos en el conurbano. No es algo imposible. Macri tendría que haber comunicado más rápido y mejor, para que los mercados no estén haciéndose tantas preguntas. El sistema de ecuaciones tiene tantas incógnitas que algo hay que decirles para que se aclare; es indemorable. Lo puede hacer un ministro de economía que tampoco tiene que contestar todas las preguntas. A lo mejor después de la reunión con la presidenta puede aclararse.

CAT: ¿Qué errores carga ella?

JI: Se quedó sin ningún cargo y, bueno, no me parece que lo haya ayudado mucho a Scioli. Lo va a poner en un aprieto al peronismo renovador respecto de las posiciones que tome con el oficialismo. En cuanto le vote una ley al oficialismo van a salir los muchachos a hacer barullo.

CAT: Si el radicalismo se vuelve un poco difícil va a tener que recurrir a Massa y va a ser un problema.

JI: Se habla que esa especie de interna ya está presente. Con quién van a jugar y cómo.

CAT: El que no entre en la alianza se dará por alejado del gobierno, ya que Massa ofreció su equipo. La situación se da con mucha gente dando vueltas y poca claridad sobre cómo se van a manejar las cosas.

JI: Algo de eso hay; no sé que tan fuerte es la clarificación pero tampoco es posible pedírsela el día después. Pero en el transcurso de la semana sería óptimo generar un conjunto de definiciones que marquen rumbo, porque los mercados se van a poner nerviosos. Porque, si los ponés nerviosos y después les pedís ayuda…

CAT: ¿De acá a cuánto podemos esperar una definición?

JI: De acá a una semana, el 30 de noviembre, es el primer vencimiento de la obligación de los bancos de cambiar su patrimonio en divisas, así que algo hay que hacer. Darles una mano antes de ese día o pensarlo con tiempo. Los mercados son así; son operadores que reaccionan. Si compraron el viernes y ven que hoy no pasa lo que ellos quieren, venden. Por eso, el sistema de señales, la comunicación, es fundamental.

Share