Por Raúl Cuello.-

Ya pasaron cinco meses desde que asumiera el gobierno del Presidente Macri y es innegable que, según lo certifican las encuestas de opinión, que se vive un clima de insatisfacción en la ciudadanía que puede resumirse en la falta de resultados que hayan mejorado el escenario heredado del kirchnerismo.

Anticipando una conclusión de esta abreve nota, debo afirmar y esto no admite prueba en contrario, que más de cuarenta años de decadencia política, económica y social, no se pueden solucionar en menos de una generación. Simplemente porque el tejido social está destruido como consecuencia de haber abandonado los principios rectores de la Constitución Nacional de 1853-60. Lamentablemente y mal que nos pese. la nuestra no es una República, tampoco Federal y menos Representativa.*

Pasando por alto las dificultades a vencer, se alzan voces reclamando al Presidente Macri mayor comunicación, como si esta fuera la que hiciera bajar la inflación y crecer el PBI. La comunicación debe tener un contenido ya que de otro modo carece de sentido y ese contenido servir de orientación a los comunicandos, es decir al pueblo.

El Presidente Macri está malgastando parte de su tiempo refiriéndose a la herencia recibida. Lo hace tarde y de manera incompleta. El momento fue en el intervalo entre el que resultó electo y el que asumió el poder. Fueron esos 20 días desperdiciados al respecto, ya que debieron ser utilizados para hacer un análisis completo del estado de la Nación y sus Instituciones.

Con vistas a las elecciones de medio término que tendrán lugar en agosto de 2017, ese es un tiempo desperdiciado. Tuvo una buena estrategia para ganar (ayudado por los errores de CK y la labor de los curas de las villas), pero no se aprecia todavía que tenga un programa de gobernó, ya que hacer invocaciones temporales para que la inflación ceda y el crecimiento aparezca, carecen de base técnica.

Hoy se anuncia que va a asumir personalmente la conducción del equipo económico. Uno puede preguntarse primero de que equipo se trata, porque seis Ministros en distintas carteras no hacen un equipo sin plan de juego y segundo, cuáles son los conocimientos del Presidente para diferenciar alternativas en la toma de decisiones técnicas.

Pero aun cuando no se comparta esta decisión, es bueno que reconozca que hasta el momento no ha habido claridad ni transparencia en procedimientos y cifras de las decisiones tomadas, incluyendo el arreglo con los hold outs, en la emisión de los nuevos bonos por es 16.500 y el aumento de tarifas y combustibles, por citar pocos ejemplos. En todo caso, todo el gobierno adolece de un defecto: confunde instrumentos con objetivos. Estos últimos son o debieran ser el contenido de la ausente comunicación.

Quienes no profesen la ideología populista, seguramente han de estar preocupados ya que una eventual derrota en las elecciones de acá a 15 meses serán responsabilidad no de Macri sino del liberalismo (que no aplicó).

La responsabilidad histórica de este gobierno debe ser comenzar a reencauzar a Argentina por el camino de la auténtica democracia, el saneamiento de las finanzas públicas, la inserción del país en el mundo, todo basado en un régimen meritocrático apuntalado por una Educación y una Justicia de excelencia.

Seguir aumentando el Gasto Público y endeudando al país para financiarlo es repetir la fórmula del pasado. El Gobierno debe convocar a un reducido grupo de los mejores cerebros argentinos, para que funcionen como “USINA GENERADORA DE IDEAS” que esto y no otra cosa es lo que falta.”

* Me remito al Art. Del Profesor Sandler en la última carta de RCyAsociados, cuando alude a la asimetría de la representación en el Senado de la Nación entre la Pcia. de Buenos Aires que tiene un solo distrito que suma más habitantes que varias Provincias Argentinas y por lo tanto tienen 3 senadores cada una que superan a la de Buenos Aires.

Share