Por Miguel Ángel Boggiano (Carta Financiera).-

En las últimas semanas, el dólar volvió a la primera plana de los diarios. El motivo es simple: en los 40 días que transcurrieron entre el 20 de enero y el 1 de marzo, el dólar oficial pasó de 13,80 a 15,90. Esto implica una suba algo superior al 15%.

En nuestras notas Freemium, escribí hace dos semanas acerca de un plan operativo para el dólar. Decía que dado que ya estaba en 15 pesos el oficial, lo conveniente era pasarse a Lebacs. Pero que incluso alguien podía hacer una jugada algo más arriesgada y esperar una suba hasta 16, luego de lo cual podía pasarse a Lebacs. La nota es esta: «De Corto Plazo: ¿Dólar, Lebacs o Plazo fijo?» Para acceder tienen que registrarse como usuario Freemium. Esto es gratuito. (La semana pasada escribí también en Freemium «Por qué es buena idea comprar oro hoy» y la estrategia diseñada ya está rindiendo sus frutos)

Como habrán visto, quienes dejaron correr el dólar hasta 16 y se pasaron a Lebacs, han operado con una precisión quirúrgica. ¿Por qué? Porque desde 16, el Banco Central inició una fuerte intervención que hizo retroceder al oficial hasta la zona de 15,30:

1-Dolar_Marzo_2016

¿Qué fue lo que motivó la suba que vimos a lo largo del mes de febrero? ¿Qué puede esperarse de acá en más? ¿Qué impacto tendrá la venta de granos que se espera para marzo-abril? ¿Tendrá algún efecto sobre el tipo de cambio un eventual arreglo final con los holdouts?

Lo primero que hay que tratar de ver siempre es si por algún motivo en especial van a «sobrar pesos» de algún lado. Esto es el equivalente a poder saber las cartas que tienen los compañeros de mesa cuando se juega a poker. A lo largo de febrero se fueron vendiendo los contratos de dólar futuro que se habían comprado mayormente hacia fines de 2015 y fueron volcando esos pesos en el dólar. Este fue el principal combustible para el dólar. La pregunta pasa a ser: ¿quedan más de estos contratos por liquidarse? ¿Qué cantidad de pesos significa?

2-OpenInterest_Marzo_DOL1

En el vencimiento de marzo aún quedan 3,5 millones de contratos sin liquidar. Cada contrato es de mil dólares, con lo cual quedan 3500 millones de dólares por liquidar. Estos contratos se liquidan por diferencias en pesos. Si pensamos que en promedio esos contratos se compraron a 12 pesos (este es un promedio razonable; la explicación no es sencilla), esto quiere decir que a un precio de cierre de contratos en la zona de 15, habrá 3 pesos de ganancia por contrato que equivalen a 10,000 millones de pesos en la calle a fines de marzo. Estos pesos hoy no están en el sistema financiero y mayormente los tendrá que emitir el Banco Central, gentileza de las temerarias operaciones de dólar futuro de Vanoli.

Una parte considerable de estos 10,000 millones de pesos, se irán al dólar. Esto es inevitable. ¿Afectará la venta de granos? La venta de granos aumentará la oferta de dólares en el sistema financiero y mitigará la presión compradora del dólar. ¿Impacto de un arreglo con holdouts? No quedan del todo claro las implicancias. Permitirá emitir deuda en dólares pero el grueso de esos dólares nunca tocará el país sino que irán a pagar deudas. Las eventuales inversiones externas motivadas por la resolución del default, vendrán en la segunda mitad del año y comienzos del año que viene.

Por último, no soprendería ver una intensificación de la intervención del Banco Central hacia fin de mes: marzo es el mes con mayor cantidad de vencimientos de dólar futuro. Pero tampoco debemos olvidarnos que para fines de abril, mayo y junio, los vencimientos de dólar futuro alcanzan combinados un monto de 5.500 millones de dólares. Esto quiere decir que «el chiste» de Vanoli y va a seguir hasta mitad de año.

Conclusión: una estrategia operativa podría ser comprar dólar futuro en los últimos días de marzo, sabiendo que el BCRA intentará bajar el precio de liquidación y que luego de eso habrá pesos disponibles para volver a hacer subir al dólar. Habrá que monitorear de cerca la cantidad de contratos de vencimiento a fines de mazo que se vayan cerrando antes del vencimiento (open interest). Hay un incentivo natural a esperar el vencimiento: es un contrato caro de operar y si uno espera hasta el final, se ahorra la comisión de salida.

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