Por Fabián Medina.-

Desde ya hace unos cuantos años, incluso desde antes de sacar mi primer libro sobre Impuestos Nacionales, mi forma de ver un país activo y en crecimiento constante necesita de 5 (cinco) puntos importantísimos:

  • Crecimiento constante y continuo de los niveles de pedido de puestos de trabajo, o sea que todo el tiempo se pidan trabajadores y se generen trabajos desde las Pymes.
  • Sacar la asfixia que poseen hoy las Pymes por materia de la sumatoria total de impuestos y los servicios.
  • Que los sueldos comiencen una escalada lenta pero segura con respecto a la inflación.
  • Disminución de los niveles inflacionarios, desde una lógica multicausal y no solo monetaria.
  • Reconversión del sistema impositivo nacional y su subsistema de coparticipación federal.

Los puntos anteriores se logran con medidas continuas, pero la más importante medida de todas esas anteriormente mencionadas es la última referida a modificar el sistema tributario en su conjunto. En este caso, si es muy importante que se realice en forma de shock eliminando los impuestos distorsivos en los niveles que poseemos hoy. Tanto en IVA como en Internos deben disminuirse porque hoy con los porcentajes que tenemos la tasa real del IVA real promedio es del 23.5%, en Internos ver directamente los artículos que lo incluyen y verificarlos; en contracara de esto no debe el PEN pedirle a las provincias ni tomarnos por idiotas hablando del Impuesto a los Ingresos Brutos cuando no es de su incumbencia ni desconoce los pactos fiscales firmados en los años ’90 que las provincias se obligaban a cambiarlo. En el impuesto al cheque debería reducírselo a la mínima expresión 0.2% total y ser descontable como lo es desde su origen en 2001 contra el IVA/Ganancias. En cuanto a los impuestos a las utilidades hay que eliminar muchas de sus exenciones y bajar el porcentaje de pago para que paguen la mayor cantidad de contribuyentes a valores menores y que no sea altamente evasivo como es en la actualidad y una tasa diferencial a Pymes y desgravar el reuso de ganancias en las mismas.

En los llamados impuestos al trabajo, de acuerdo a lo que se dice en la calle que son demasiado altos hay que encontrarle la forma para que sean descontables de otro impuesto como fueron allá por el 2002 y posteriores.

Con este tipo de medidas podemos poseer deflación durante varios meses continuos con lo que se apreciaría el poder adquisitivo de los sueldos, y no serían necesarias medidas impiadosas como la reforma laboral a la brasileña ni la reforma previsional subiendo la edad jubilatoria/decir que sea optativa cuando en la actualidad eso ya se efectúa. Por todo esto decimos que la inflación es multicausal y que la política monetaria no es solamente la forma de bajarla; por ejemplo el 15/8/2017 vencen en total $ 500.000 millones de LEBACS (que siguiendo como fue el vencimiento del mes de julio donde vencieron $ 532.000 y se renovaron 480.000) se estima que el BCRA tomara alrededor de 470.000 para largar pesos/plata a la calle por motivo electoral, lo que se convertirá en dólares y ante este crecimiento de la demanda de dólares estadounidenses billetes el valor de esa moneda tendría otro ascenso en su cotización estableciéndolo en alrededor de $ 1 mayor al actual que se transferirá a precios y ello a inflación rondando la misma al final de año en el orden del 28% -incluyendo los aumentos programados de servicios y la subas inflacionarias estacionales normales-.

Esto sólo es parte del modelo que tenemos hoy y lo que uno pretende para un nuevo modelo de país, la gestión actual no sufre de “errorismo de estado” sino que está muy contenta con el cumplimiento de sus objetivos trazados al momento de su asunción.

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