IP mantuvo el siguiente diálogo con el economista Roberto Cachanosky.

IP: Alberto Fernández prepara un Pacto Social. ¿Cómo lo ve?

RC: Los pactos sociales como acuerdos de precios y salarios fracasaron siempre y la principal causa es que esconden el problema del gasto fiscal. Como ejemplo, tenemos el estallido del rodrigazo en 1975, que es el resultado directo del pacto social montado por José Ber Gelbard en el 73. Hay que señalar que los pactos fiscales tienen siempre como consecuencia un episodio hiperinflacionario.

IP: ¿Cómo va a influir la decisión del FMI de congelar las relaciones con el gobierno argentino hasta el 27 de octubre?

RC: Todo indicaría que el gobierno se va a ver obligado a adoptar decisiones de controles cada vez más duras, como por ejemplo limitar más los giros al exterior y la venta de dólares para poder llegar al 10 de diciembre en condiciones aceptables. Hasta el 27 de octubre serán pocas las iniciativas políticas que prosperen después del 27 y hasta el 10 de diciembre podría funcionar un acuerdo de gobernabilidad con el Frente de Todos si éste resulta ganador. Sería lo más razonable también para la negociación con el FMI. Se trata sobre todo de llegar al 10 de diciembre con un nivel de reservas aceptable que le facilite las cosas al gobierno entrante.

IP: ¿Y el riesgo de default cómo se controla?

RC: Debe evitarse a toda costa, porque un default contra un organismo multinacional significaría el aislamiento inmediato de la Argentina.

IP: ¿Aumenta en lo inmediato el riesgo de hiperinflación?

RC: Lo que está claro es que aumenta el riesgo de mayor inflación porque las tarifas están congeladas hasta noviembre. No me parece que nuestra situación actual de cómo llegarse a los 3 dígitos de inflación como en los 80, aunque hay que tener en cuenta que ya estamos en más de la mitad de alcanzar los tres dígitos. De acá a diciembre el gobierno lucha con tres problemas bien diferenciados y estos son: cómo financiar el gasto público, cómo evitar el default y la bomba de tiempo de las LELIQs.

IP: ¿La variable política cómo influye en esto?

RC: Lamentablemente hoy influye en un sentido negativo, porque la opción electoral es entre un presidente que no tiene plan y un candidato a presidente que en el caso de ganar no se sabe si va a gobernar o lo hará ella. En otro nivel de análisis, a los economistas cercanos a Alberto Fernández se los ve muy tiernos para una etapa que será de decisiones durísimas. Hoy las opciones económicas que antes parecían drásticas son vistas de otro modo. Ya no sería tan impresionante una nueva convertibilidad y para hablar de soluciones mayores habría que hablar de una dolarización. Portugal e Irlanda, para mencionar economías medianas, antes de despegar económicamente, redujeron el gasto público entre el 20 y el 25%.

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