Carlos Tórtora conversó con el economista Agustín Monteverde.

CAT: Se dio un resultado electoral inesperado, ¿qué opinás?

AM: El ballotage, por lo menos en mi caso, era esperado. Si vos tomabas las diez principales encuestadoras, estaba claro que ninguna aseguraba un triunfo en primera vuelta. Eso, como una media entre esas encuestas, sí era un valor objetivo para pensar que no había posibilidad alguna de que triunfara en primera vuelta, porque si no, aquellas consultoras más cercanas al oficialismo o que quisieran quedar bien, hubieran arriesgado un triunfo en primera vuelta. Después tenemos dos encuestadoras que dieron números bien: una era Kleinmann, que dijo de entrada que había ballotage, y el otro caso era el de Isonomía. Pasamos a un verdadero tsunami de Cambiemos, es decir, hemos pasado a un empate técnico. Vos fijate que, si estos resultados fueran una encuesta, podría ser parte del error muestral la diferencia entre el FPV y Cambiemos. Por otro lado, el golpe de provincia de Buenos Aires es letal. Iba a ser letal aunque fuera por un voto, pero acá fueron por varios miles. Y creo que esto pinta un escenario drásticamente diferente de cara a la segunda vuelta, porque yo te diría que el problema principal que tiene el oficialismo es mantener los votos que sacó. Esta suerte de empate técnico es un triunfo apabullante de la oposición, del antikirchnerismo. El gran perdedor es el kirchnerismo y no Scioli.

CAT: Se produce entonces el consabido exitismo; ahora la ola es totalmente negativa para Scioli.

AM: No tengo la menor duda de que la gente que ayer votó al sciolismo, hoy ya no lo votaría. El primer desafío que tiene Scioli, de aquí en adelante, de la misma manera que lo tuvo Massa después de las PASO, es mantener los votos. Aparte de todo, tiene que crecer y, para ello está entrampado, porque se requiere una «deskirchnerización» que no se la permitiría el gobierno. Por lo tanto, al quedar atrapado en ese modelo de rendirle culto a la figura de Cristina, lo que hace es enterrar las posibilidades de mejorar. Acá hay que ser justo: el señor Scioli tenía mucho mejor intención de voto antes que ahora. Era un hombre al que no le entraban las balas, y le empezaron a entrar las balas cuando fue perdiendo aquella distancia de desprecio con que el kirchnerismo lo manejaba. Es decir, a ese kirchnerismo que lo ignoraba y despreciaba no le quedó otra que apostar por él, porque no tenía candidato. Y, él a su vez, no le quedó otra que aparecer defendiendo el modelo, con el costo que ha tenido para él.

CAT: Ahora se habla de peronización extrema; él va a recurrir probablemente no al gabinete que nombró sino a la convocatoria de las pocas figuras que quedan del peronismo fuera del kirchnerismo.

AM: Creo que acá hay otro error grave. Para jugar al peronismo va a tener que empezar a buscar en las bases territoriales que le quedan. Él no hizo campaña con los intendentes. Muy por el contrario, los dejó totalmente desguarnecidos. Estos intendentes se jugaron la vida ayer; ya no les interesa el 22 de noviembre. El problema era ayer para ellos; el que sigue es el de Scioli.

CAT: El 22 de noviembre se juega la opinión pública, las tendencias de la gente, ya los intendentes son relativos.

AM: Es que, además, esos mismos intendentes no tienen la misma preocupación por el triunfo; ellos lo ven por televisión. Entonces, éste es un punto; otro punto es que hay que tener cuidado, porque en la Argentina se perdió la capacidad de mandar y decir “vayan y voten por fulano”. Una cosa es que un intendente consiga que lo voten y otra es que un intendente consiga que la gente vaya a votar a quien él dice. Son dos cosas diferentes; la gente puede estar contenta con la gestión del intendente o con su personalidad pero no estar dispuesto a votar a su referente presidencial. Así que, desde ese punto de vista, lo veo flojo; por otro lado, candidatos intendentes propios del sciolismo había dos nada más: Cascallares y Laporta, que a pesar de la fortuna que dilapidó en su campaña en San Miguel, aun así no le alcanzó para ganar. Dicho sea de paso, pese a haber contado con la colaboración de un sector trucho del PRO, jugó una carta realmente lamentable en San Miguel y, si tuviéramos que hacer un juicio de los manejos del PRO en el GBA es incomprensible que lo hayan dejado desarmado a un Cariglino, hombre cercano al macrismo. Por mantener una lista del PRO que al fin y al cabo no sacó muchos votos, dejan caer el distrito. Realmente yo diría que lo perdieron estúpidamente, cuando ese distrito se hubiera convertido en uno macrista inmediatamente, porque es sabida la buena relación de Cariglino con Macri.

CAT: Yendo a lo económico, ¿qué reacciones distintas puede haber en estos días con un panorama evidentemente diferente, no sólo por el ballotage sino porque el macrismo pasó la ofensiva?

AM: Creo que las perspectivas de una economía mucho más racional en el corto plazo han aumentado drásticamente, y por lo tanto, yo veo una bolsa en alza con un efecto perdurable. Yo creo que las acciones en Argentina tienen un recorrido más importante a partir de esta novedad. Acá claramente se ve una política mucho más pro-negocio, más respetuosa de la propiedad privada, más respetuosa de los contratos entre partes, que comprende mejor cómo funciona la economía. Y que, por lo tanto, veo ahí una evolución más o menos persistente hacia el alza. Habrá alguna contramarcha pero en general veo una evolución al alza. En el caso del tipo de cambio, yo creo que se toma un sosiego, pero lo veo muy temporal porque, en definitiva, los ajustes en ese punto tienen que venir sí o sí. Es más, si hay algo que es más claro aún, es que van a venir más rápido con un gobierno kirchnerista. Felizmente, digo yo, porque cuanto más rápido se haga, menos dramático va a ser. Ese ajuste será un golpe, las pretensiones gradualistas, más allá de creer que sean equivocadas, creo yo que, si se aplicaran, lo único que harían sería aumentar el golpe en el tiempo, porque iríamos a los tumbos y, tal vez lo que se podría resolver con un reconocimiento de un nuevo valor del dólar de equis por ciento, esto, en un caso gradual, podría ser de tres veces equis por ciento. Así que ahí veo una calma temporaria, porque en definitiva las circunstancias estructurales parecen las mismas y van a seguir agravándose día tras día hasta la entrega del gobierno.

CAT: ¿Qué es lo que va a hacer el gobierno de aquí en más con la economía?

AM: La cuestión central antes de pensar qué es lo que van a hacer con la economía es preguntarse si el kirchnerismo va a decidir finalmente, decisión que no creo que esté tomada aún, si van a sostener la candidatura de Scioli o abandonarlo. En primer lugar, defender la candidatura significa algo que ellos conocen muy bien; ya no se trata de mantener sino además de acrecentar. Que para eso están entrampados, porque ellos saben que el lastre que tiene Scioli para eso es el propio modelo, el propio kirchnerismo. Más allá de que ellos enrostren a Scioli, a Aníbal Fernández o a quien sea, en la derrota ellos son conocedores de esa realidad. El sostener la campaña hacia adelante requiere asimismo afianzar la ficción cambiaria, seguir alimentando el mercado cambiario con maniobras que son tropelías y que ponen en serio riesgo a los funcionarios intervinientes de terminar con problemas judiciales muy serios. Por ejemplo, hablamos de dólares que se han entregado a cooperativas de crédito ligadas a La Cámpora pero que son dólares que obedecen a presuntas declaraciones juradas de anticipación de importaciones. Esto es un delito. Además, no hay ninguna duda de que se están malversando esos fondos.

CAT: ¿No cabe el riesgo también de una Cristina que dé por perdida la instancia de Scioli y profundice entonces la política de tierra arrasada?

AM: Tal vez, aun cuando decidan abandonar a Scioli, digan no a esta posibilidad. Yo también quiero defenderla, no por ella sino por nosotros. Es una posibilidad que puede estar en la cabeza de la presidenta y de Kicillof. Ahora el problema es que esa decisión requiere para su implementación que dejen los delitos pegados a unas personas que ya no están tan interesadas en dejar los delitos pegados. El señor Vanoli, a partir de anoche, sabe que el que viene lo va a echar, porque ya lo anunció. Pero además está usando una serie de manejos que lo pueden llevar tras las rejas. Ojo, que ahora yo creo que la botonera de Cristina ya no responde tan rápido.

CAT: Falta que un juez tome la posta sobre alguna causa cajoneada y esto podría contagiarse.

AM: Eso desde ya que, por supuesto, multiplicaría el problema. No creo que nadie sea tan inocente como para pensar que estas cosas que están haciendo hoy son gratis. Están haciendo barbaridades a la luz del sol y ahora hay un cambio de gestión. Cristina es un pato rengo completo y a la naranja; ya lo cocinaron; se acabó. Implementar cualquier medida de éstas para agarrar y decir bueno: «será porque queremos bancar la campaña de Scioli a ver si llegamos o zafamos algo», o «no me interesa Scioli pero hay que mantenerlo por una cuestión de que entrego un país normal» son variables. Juega en esto algo: cuando tocás los botones y llamás a fulanito para que haga las cosas, fulanito estaba antes dispuesto a correr los riesgos sin chistar; ahora fulanito mira con más cuidado. O sea que el mismo escenario cambiario podría llegar a equilibrarse más rápidamente por decisión del gobierno. Hay que ver cuáles decisiones se toman de aquí en más. Demos el ejemplo de que van a seguir defendiendo la situación cambiaria hasta el 22 de noviembre y de golpe cortan todo después del ballotage. O sea que van a volar todo el día 23. Y dejan todos los dedos pegados hasta que asuma Macri. O sea, el gabinete de Macri estaría empezando a mirar los papeles, y ellos seguirían haciendo tropelías. Da la impresión de que esta ficción no la van a sostener más ellos mismos.

CAT: O sea que van a decidir no sostenerla, ¿y entonces?

AM: Le van a echar la culpa al otro, como siempre hizo el kirchnerismo. Pero veo complicado el mantener la ficción cambiaria cuando vos tenés hoy una retirada desordenada. Claro, porque puertas adentro es así. Debe haber récord de compra de trozadoras de documentos, si hay algo que debe estar comprando cada ministerio, secretaría, dirección son trituradoras de documentos. Me parece que empezó la etapa en la que se pelean entre ellos, a todos los niveles, en las cuartas y quintas líneas también. Me parece complicado que puedas mantener la ficción cambiaria que requiere de mucha disciplina para seguirla adelante.

CAT: Evidentemente la crisis peronista se va a manifestar en horas más, por las señales que llegan de las provincias, y Scioli no se va a bajar; va a tener que adoptar actitudes totalmente diferentes de Cristina. Y creo que Cristina lo más probable es que se repliegue pensando en su retorno como senadora en el 2017, manteniendo lo que tiene en las cámaras y, por supuesto, diciendo que Scioli ha fallado.

AM: Sí, además hay un raro mosaico que queda del peronismo con distintas franquicias de segundo y tercer orden. La cuestión va a ser que los castiguen de alguna forma a quedarse con la franquicia o con un pedazo importante en donde podemos contar con los Massa y De la Sota y hay otros más, eso no hay duda. Una de las cosas que tiene que hacerse, justamente, es limpiar al peronismo del kirchnerismo. No es sólo Macri el que se vería beneficiado con esto, sino aquellos que quieran quedarse con algunos de los restos del peronismo.

CAT: Bueno, ahora hay que esperar qué campaña plantea cada uno y…

AM: Hay que preguntarse si se mantiene la candidatura de Scioli. La situación es tan delicada como para tener alguna duda.

CAT: También se hablaba de la renuncia de Zannini, pero son rumores que hay para todos los gustos.

AM: Una cosa es que el vice renuncie en ejercicio y otra es que vaya a elecciones una fórmula vs. un señor.

CAT: El hecho de que, si renunciara ahora, no se podrían imprimir las boletas con su nombre. Sería realmente muy extraño.

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