Por Guillermo Cherashny.-

En el primer día después del anuncio del acuerdo con el FMI, los bonos cortos de la deuda externa subieron; el riesgo país bajó a 585 PB, un número que no se veía hace tiempo, pero fue la única noticia positiva, porque el dólar subió a $ 40,50, aunque lejos todavía de la banda superior, aunque se cree que pronto podría llegar a $ 44 y hay dudas si con 150 millones de dólares diarios podrán parar una escalada del dólar, es decir, la corrida cambiaria que empezó el 24 de abril sigue vivita y coleando.

Dujovne declaró que los fondos que ingresen -se supone para fin de octubre- al tesoro pueden servir para limitar la cotización del dólar, es decir que el BCRA lo tiene que dejar subir al dólar, pero el tesoro sí lo podría controlar. Pero eso lo dijo Dujovne pero hay que ver si el FMI está de acuerdo con que su préstamo se use para financiar la fuga de capitales.

En cuanto a que el Banco Central no emitirá más moneda está claro que generará un recesión más profunda que la que ya está ocurriendo y por eso las acciones que cotizan en Nueva York cayeron teniendo en cuenta la recesión que viene por la emisión y por la suba del dólar.

Otro problema es que, si sube el dólar, la retención de $ 4 y $ 3 se licúa antes de tiempo, es decir dentro de seis meses, y hace incumplible el déficit 0.

La intención del presidente Macri era que el dólar se quede en $ 40 el año que viene y recién al fin de su mandato se licúen las retenciones al campo, pero todo indica que la licuación será muy próxima y una suba del dólar con un déficit fiscal del 2,6% del PBI que aún tenemos puede tener efectos devastadores.

Así las cosas, la suba del dólar y la posible emisión de moneda por otros medios son los peligros de este nuevo acuerdo con el FMI.

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