Por Guillermo Cherashny.-

El cambio de metas inflacionarias por Finanzas, Hacienda y el Central sigue teniendo mucho rebote. Ayer se supo que Sturzenegger hizo el relevamiento de expectativas de mercados conocida como REM antes de ese cambio, quizás sabiendo qué ocurriría, por lo cual los cálculos de inflación de los 19 economistas que consulta el Central se quedaron cortas, más teniendo en cuenta versiones de que la inflación de diciembre en la Capital estaría entre el 3 y el 4%, un número que nadie esperaba. Es más, durante todo el año, el REM que tomaba el BCRA estimaba a lo largo de todo el año entre 19 y 21% y recién después, en noviembre, las subieron al 24%, por lo cual está claro que los economistas consultados siempre calculaban a favor de lo que prometía Sturzenegger y no lo que evolucionaba la realidad, así es que ahora siguen cortitos y hablan del 20%, cuando el cambio de la meta se llevó del 12 al 15%. Pero en privado, los economistas señalan que la inflación del 2018 será muy parecida a la del 2017 y todo depende de la pauta salarial que haga cumplir el Gobierno, que es del 15% sin cláusula gatillo, que muy difícilmente sea aceptada por los gremios más combativos.

La información de FIEL que estima la inflación de la Capital de diciembre del 4% seguramente hizo subir el dólar 20 centavos, tanto el mayorista a $ 18,64 y el libre a casi $ 19, lo que deja un arrastre muy importante para enero y en general para todo el primer trimestre. Pero el problema es si la mayor inflación que reconoce el Gobierno se traducirá en un mayor crecimiento para el 2018, ya que en el 2017 se espera el 2,9% y para el año que viene, antes del cambio, se esperaba el 2,5%, lo que es malo para el Gobierno. Lo más grave es que el BCRA perdió reputación y la política económica no genera confianza y por tanto no vendrán inversiones.

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