Por Antonio Rossi.-

El sector energético se vio sorprendido por una inusual movida que las productoras de hidrocarburos decidieron llevar adelante en medio de la crisis sanitaria y económica generada por la expansión del coronavirus.

Dejando de lado los buenos modales que imperan en las relaciones institucionales entre las entidades empresariales del negocio energético, la cámara que agrupa a las petroleras salió a “escrachar” a las gasíferas que no han cancelado la totalidad de las facturas de gas correspondientes a las entregas del mes de enero.

Por medio de una nota enviada al subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales y otra, a ADIGAS -la Asociación que nuclea a las distribuidoras privadas de gas-; la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) advirtió que las gasíferas “se niegan a cumplir sus compromisos de pagos” y acumulan una deuda por el gas recibido en el primer mes del año que ya asciende a los 3.500 millones de pesos.

La CEPH (la entidad que cobija a YPF, Total Austral, CGC, Tecpetrol, PAE, Wintershall y Pampa Energía, entre otras) destacó a las autoridades energéticas que “pese a haber sido intimadas en numerosas oportunidades, las distribuidoras de gas se niegan a cumplir cabalmente con sus obligaciones de pago. Es más, ni siquiera presentan una propuesta de cancelación de las obligaciones».

Tras reclamar la intervención del Gobierno, las petroleras resaltaron que “esta actitud atenta contra la posibilidad de mantener y desarrollar un esquema de suministro a largo plazo, además de representar un claro desequilibrio frente al esfuerzo que vienen haciendo las empresas productoras de gas”.

“La prolongación de la falta de pago complicará severamente a todos los productores y afectará inexorablemente a los usuarios toda vez que esta situación atenta en forma directa contra la sustentabilidad del suministro de gas”, remarcó la nota a Carbajales.

Tras la difusión mediática de esa nota, la CEPH volvió a la carga con otra misiva remitida a ADIGAS en la cual expuso el detalle de las deudas que, supuestamente, acumulaban las distribuidoras de gas.

Luego de expresar la “preocupación de las empresas productoras debido al flagrante incumplimiento de pago de parte de todas las distribuidoras”, la nota de la CEPH apuntó expresamente contra Camuzzi Gas Pampeana, Redengas y Gasnea “que no han efectuado pago alguno por sus consumos de enero a pesar de estar recibiendo gas en forma continua”.

Las petroleras agregaron que “la actitud de las distribuidoras resulta totalmente arbitraria y fuera de lo estipulado en los contratos con los productores y en el marco regulatorio vigente que establece que el abastecimiento de la demanda de los usuarios es responsabilidad exclusiva de esas empresas”.

Tras verse sorprendidas por la jugada de las petroleras, las gasíferas resolvieron salir al cruce con un documento que fijará la posición del sector y la situación que enfrentan por la fuerte caída en los niveles de cobrabilidad que han tenido desde que arrancó el aislamiento social obligatorio el 20 de marzo pasado.

Pero antes de dar a conocer la postura institucional, las tres gasíferas aludidas repudiaron la “buchonada” de las petroleras e indicaron que los desembolsos parciales por las entregas de enero estuvieron en línea con los niveles de pago que registraron los usuarios y que oscilaron entre el 10 y el 20% del total de las facturas emitidas.

Las distribuidoras de gas señalaron que los bajos niveles de cobrabilidad se dieron, básicamente, por dos motivos: el cierre que sufrieron los bancos y los negocios dedicados al cobro de servicios e impuestos y la confusión que se generó por los alcances del DNU 311 sobre la prohibición de cortes de servicios a los usuarios morosos.

Dicho decreto dejó a salvo de la interrupción del servicio sólo a los usuarios de bajos recursos y socialmente vulnerables. Pero, por la falta de precisión oficial, la mayoría de los clientes hogareños interpretaron que estaban vedados los cortes y que podían posponer los pagos sin riesgo alguno.

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