Por Jorge Ingaramo.-

La Asociación Argentina de Presupuesto Público (ASAP), publicó su Informe de Ejecución Presupuestaria del Primer Trimestre, en base al criterio de lo devengado que, obviamente, se anticipa a la información que habitualmente, muy tarde, provee para la Caja del Tesoro, la Secretaría de Hacienda.

Los resultados son bastante lamentables, sobre todo si se tiene en cuenta la imprevisión, al momento de aprobar el Presupuesto, a fines del año pasado.

-No se consideró la baja de los precios de las commodities y su impacto en los ingresos por Derechos de Exportación, así como tampoco las dificultades que habría, en el Primer Trimestre, para la recaudación de Aduana, a raíz de la previsible baja de exportaciones y la consecuente menor disponibilidad de divisas para importar.

-Tampoco se anticipó (casi nadie pudo prever la notable baja en los precios mundiales de los combustibles) el menor porcentaje de aumento en las llamadas “Transferencias Económicas a empresas públicas, fondos fiduciarios y al sector privado”, que podrían devenir de un menor precio del barril de crudo y por ende de los combustibles importados.

-Pero, lo más grave es el criterio empleado al presupuestar una suba interanual de las llamadas Rentas de la Propiedad, del 84,4% (ver Tabla), cuando era obvio que el sistema de financiamiento monetario del déficit del Tesoro, por parte del Central, estaba entrando en una fase de virtual agotamiento. Y que la ANSES, la otra fuente principal, que generalmente aporta refinanciación de pasivos por tenencias de deuda, capital e intereses, con recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad Previsional (FGS), tampoco podría proveer, junto con el Central, la friolera de M$ 155.824,4; tal como reza el Presupuesto vigente. Nótese que esta cifra representa algo menos de 4 puntos porcentuales del PBI.

En la siguiente Tabl, se muestran los principales resultados de la Ejecución Presupuestaria, habida cuenta de que el beneficio de la baja en el precio de los combustibles mejora la situación del Tesoro, así como la empeoran las pérdidas de recaudación de Aduana o la imposibilidad de transferencias de “Utilidades” del Banco Central, que para seguir haciéndose cargo de los pagos de las deudas del Tesoro, ha debido alquilar dólares o, mejor dicho, Yuanes inconvertibles.

ADMINISTRACIÓN NACIONAL – CUENTA AHORRO-INVERSIÓN

EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA AL 30-03-14- BASE DEVENGADO

         VAR %    VAR. %
  PRESUPUESTOS EJECUTADO
                           CONCEPTO VIGENTES (AÑO) 1er. TRIM.
  2015 vs 2014 2015 vs 2014
INGRESOS CORRIENTES 39,7 25,9
GASTOS CORRIENTES 42,4 42,8
GASTOS DE CAPITAL 63,3 53,3
INGRESOS TOTALES 39,7 26,2
GASTOS TOTALES 45,2 43,7
GASTOS PRIMARIOS 47,2 44,7
INTERESES 24 27,8
RESULTADO PRIMARIO -39,1    *
RENTAS DE LA PROPIEDAD 84,4 27,1
RESULTADO FINANCIERO MÁS RENTAS DE LA PROPIEDAD  137,7  318,1
RESULTADO FINANCIERO MÁS RENTAS DE LA PROPIEDAD en % del GASTO TOTAL – 2014 14 6
RESULTADO FINANCIERO MÁS RENTAS DE LA PROPIEDAD en % del GASTO TOTAL – 2015 16,4 17,4

Fuente: ASAP, en base a SIDIF.

* La ejecución del resultado primario trimestral pasó de un superávit de M$ 4.834, en 2014 a un déficit de M$ 25.961 en 2015. Se incluyen los ingresos por Rentas de la Propiedad.

Salta a la vista, al observar los porcentajes de crecimiento de los principales rubros, en las primeras siete filas, que todo lo que tenga que ver con ingresos tiene un porcentaje (de suba) en ejecución, infinitamente menor a lo que reza el Presupuesto vigente, por las razones apuntadas. Otro hecho a destacar, es que todos los rubros de gasto, tienen tasas de crecimiento presupuestario totalmente desalineadas con el 16% de inflación, en base al cual fue confeccionado, y ni hablar si se las relaciona con las actuales tasas de devaluación o pretensiones de aumentos paritarios.

La suba del Gasto Corriente atendió a lo presupuestado y, de ninguna manera, a la mejora en los Ingresos Corrientes (hay nada menos que 17 puntos porcentuales de diferencia, al considerar lo ejecutado- 42,8 vs. 25,9-). Se cuidaron un poco con los Gastos de Capital, pero aun así el Ejecutado creció 2,7 veces la inflación subyacente en el papel aprobado por el Congreso.

La precaución tomada al incrementar las Rentas de la Propiedad, es decir las transferencias, en un 84,4%, para no cometer el error de 2014 –cuando desfondaron al Banco Central- no tuvo ninguna consecuencia práctica, ya que sólo se logró, en el Primer Trimestre, una suba del 27,1% por ese concepto y una cifra de M$ 5.554,5; totalmente insignificante si se toma en cuenta lo que reza la undécima fila. Es decir, que el déficit bien medido (incluyendo el Resultado Financiero más las Rentas de la Propiedad, que en la letra presupuestaria debían crecer 137,7%, pasaron a hacerlo al 318,1%. Casi el triple.

Las últimas dos filas de la Tabla revelan la parte del Gasto Total que tiene financiamiento espurio. Es decir, no fondeado en Ingresos Tributarios ni Transferencias Corrientes ni Venta de Bienes y Servicios, sino más bien basados en el criterio de la apropiación de todas las Cajas disponibles, para financiar a un Tesoro invasor. Comparamos lo ocurrido en 2014, en que dicho ratio era de 10,0 y lo ejecutado en el Primer Trimestre no llegaba al 6% y lo relacionamos con lo ocurrido en 2015, donde la letra preveía 16,4% de financiamiento non sancto y la realidad ofrece el triste espectáculo del 17,4%, número que casi triplica al 6% del último año.

En síntesis, se triplicó el financiamiento espurio a un déficit incontrolable, que ni siquiera tuvieron la sensatez de ajustar a la nueva realidad internacional y, menos aún, al desafortunado Balance Semanal de la Autoridad Monetaria

Detalles de la Ejecución

La ASAP provee información sobre la Ejecución de Ingresos. Ya se sabe que, para un trimestre, generalmente el porcentaje ejecutado es del 21,5% (del año) que, anualizado da un 86%. A raíz de los procedimientos burocráticos, es muy difícil superar estas cifras.

Los Ingresos Totales ejecutados en el Primer Trimestre fueron apenas del 18,7%, a raíz -como se dijo- de sólo el 3,6% para Rentas de la Propiedad y del 9,1%; en Derechos de Exportación. Es notable que ninguno de los rubros de impuestos a Combustibles supere el 16,5% en ejecutado, lo cual podría estar revelando otra imprevisión, ya que sus precios internos no cayeron tal como lo hicieron los internacionales. Seguramente, hubo cambios en la demanda ya que, sin lugar a dudas, los valores internos son muy altos para una economía en recesión.

Si comparamos lo “esperado” en el porcentaje de ejecutado, con lo efectivamente logrado, llegamos a una merma de ingresos de M$ 33.600, que representan un 129,5% del negativo Resultado Primario “oficial” y un 72,7% del agregado “Desequilibrio Financiero más Rentas de la Propiedad”.

Obsérvese el efecto de la caída de los precios internacionales y del cepo cambiario. Si se hubieran avivado a tiempo, estimulando las exportaciones agropecuarias y no desalentándolas con restricciones y, a la vez, acelerando en lo posible la salida del cepo, prácticamente no hubieran tenido un resultado primario negativo (y podrían haber emitido deuda para conjurar el desequilibrio proveniente del pago de intereses y otros vencimientos, que la ANSES podría haber aceptado gustosa al ser un mero cambio de papelitos).

Como se sabe, el grueso de las transferencias económicas, va a empresas de los sectores de energía y transporte. El año pasado, en el Primer Trimestre, se había ejecutado el 32% de lo presupuestado (recordamos que lo normal es el 21,5%). La baja en el precio de los combustibles hace que, este año, en Gastos Corrientes, el ejecutado sea sólo del 24%. Si se agregan las Transferencias de Capital, a las mismas empresas públicas, el ejecutado del año pasado fue del 29% y el actual del 22%.

Aquí, se puede medir el beneficio de la caída de los precios internacionales de combustibles. Por ejemplo, suponiendo un 29% -tal como ocurrió el año pasado-, los gastos hubieran crecido en casi M$ 15.700 y el Déficit Primario lo hubiera hecho un 60,4% (por encima del actual); en tanto, el desequilibrio bien medido (incluyendo Rentas de la Propiedad), hubiera aumentado un 34%.

Puede concluirse que, al haberse agotado (a la fuerza) el recurso del financiamiento espurio del Banco Central, las finanzas públicas “flamean” al ritmo de los precios internacionales (¡Oh, novedad!). La imprevisión es tal que si uno anualiza el Déficit bien medido, en base a lo ejecutado en el Primer Trimestre, llega a un resultado negativo equivalente al 4,6% del PBI.

Lo que se dice, una conducta fiscal insostenible, ejecutada en base a decisiones que de ninguna manera tienen en cuenta la verdadera realidad: ni la externa, que se transmite a través de las variaciones en los precios de commodities y combustibles; ni la interna, que se transmite a través de la imposibilidad fáctica del financiamiento monetario del déficit (o de aliviar el cepo). Dicha imposibilidad, comienza a darse desde el 1º de marzo pasado, lo cual es una muy buena noticia: ahora el Banco Central se dedica a librar pases para abastecer de crédito al sector privado, en lugar de ser el furgón de cola de un Estado tan bobo (o capturado por el Bobero), como imprevisible. E incapaz de reaccionar, ante la comprobación de sus propios errores. ¿Los verá?

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