Por Guillermo Cherashny.-

Sorprendieron las declaraciones de «Wado» de Pedro en el portal Infobae con Luis Novaresio, donde dice que perdieron porque Cristina no fue candidata, en un análisis contrafáctico incomprobable y siguiendo con la historia de dos modelos, el de inclusión, que protagonizaron ellos, y el de exclusión, que practica este gobierno. Y termina diciendo que nunca negaron la inflación, ya que militaron contra ella con los precios ciudados.

Semejante caradurismo demuestra que el más inteligente de los camporistas no entiende nada de la realidad del país, ya que quien piensa en un modelo de consumo duradero sin inversión empresaria no sabe nada de economía ni de política. Se olvidó de que el kirchner-cristinismo tuvo once años y medio de viento internacional a favor de los commodities y sólo el último año empezó a cambiar el lado del viento. Pero a Macri, el viento de frente le vino en este enero negro de los mercados internacionales, con la caída de China, que no se sabe si su crecimiento bajó al 6 o al 3% anual, con recesión en Europa, salvo España, y baja del crecimento de los Estados Unidos, a tal punto que Janet Yellen, la directora de la Reserva Federal, no se anima a subir la tasa al 1%, porque se arrepintió de subirla a medio punto después más de 15 años.

La inflación desatada desde mitad de noviembre del 2015 es toda reprimida y la otra parte se debe a que el dólar estaba atrasado un 50% por lo menos; a lo que hay que agregar que el denominado «círculo rojo» al que Macri pensaba dominar es un potro rebelde contra el cual no tiene un domador de caballos para enderezarlo.

En nuestro país la economía está dominada por monopolios y oligopolios y en 1998 con Roque Fernández Y Carlos Rodríguez en Economía y Aliedo Gaudagni en Comercio e Industria se sancionaron la Comisión Nacional de la Competencia. Guadagni sancionó con multas de 100 millones de dólares cada una a Repsol y Torneos Y Competencias por prácticas monopólicas pero la Corte de De la Rúa y la de los Kirchner se encargaron de hacerla desaparecer.

De ahí en más, esa comisión -que debe cubrirse por concurso- no actuó nunca más y en los últimos doce años hubo aprietes de Guillermo Moreno, que no hizo más que consolidar esos monopolios, ya que la expansión monetaria fue monumental y eso generó la inflación que tenemos que sigue pegando al bolsillo y, si bien el gobierno restringe la emisión, igual tiene que emitir para pagar sueldos y fondos a las provincias.

La negociación con los holdouts es clave para dejar de emitir una parte considerable tomando deuda más barata de los mercados internacionales. La otra es el aumento de la luz y las que se esperan del gas y transportes.

Pero queda un obstáculo complicado como son las paritarias, que sólo un sector cerrará en el 25%, aunque sean los más numerosos, pero con docentes y estatales, más aceiteros y alimenticias, donde están fuertes los troskos, está difícil y, si se escapan las paritarias, se espiralizará nuevamente la inflación.

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