Por Luis Américo Illuminati.-

«El mundo es una fábula» (Friedrich Nietzsche).

La fábula incluida en segundo término en la presente nota, pertenece a Emmanuel Emilio Montero, y tiene que ver con una monografía o biografía -de la que si soy autor- que escribí hace varios años con el mismo epígrafe respecto de cierta hazaña del Sr. Víctor Hugo Randazzo -Don Vito- hombre de la Policía Federal jubilado, vive en Villa Allende, tiene más de 80 años, está en sillas de ruedas por haber sufrido un ACV hace más de 15 años en EEUU cuando trabajaba en la DEA. Luego de haber estado internado en el Hospital Mount Sinaí de Miami, recuperado a medias se puso que escribir un libro, con la ayuda de sus familiares relatando una serie de hechos y datos confidenciales del conflicto bélico de Malvinas al ser enviado secretamente a las islas en los primeros días de la recuperación de las mismas en carácter de jefe o encargado de Contrainteligencia, con la misión de abrir la Caja Fuerte blindada del Gobernador británico y traducir la documentación que estaba en su interior. El libro se titula «Malvinas: Guerra oculta», editorial Tinta Libre. Cuenta en el libro que luego de abierta la caja fuerte y asesorado al Gral. Menéndez regresa al continente y descubre en un allanamiento por drogas en el domicilio de un espía chileno un plan conjunto -Operación Plum Duff o Mikado- entre los chilenos e ingleses para llegar a Tierra del Fuego y tomar la Base Aeronaval de Rio Grande. Lo cual lo hace saber a los altos mandos de las FF. AA y así es como son interceptadas en mayo de 1982 en territorio argentino las fuerzas especiales (SAS) del Reino Unido, librándose combates con la victoria de los comandos argentinos. Lo insólito de esta historia es que al Comisario (RE) Randazzo hasta la fecha no le han sido reconocidos dichos servicios y hay algunos detractores que afirman que todo es un cuento de Don Vito y se niegan a revisar el hecho y las pruebas que tiene aun en su poder, las que revela en el libro que escribió.

La fábula cercana a la realidad

Josefo, un gallo con talento para la música, se posaba cada madrugada en la cima de la montaña para interpretar su melodía acompañado de su equipo musical. Los vecinos, desde la distancia, podían escuchar al gallo cantautor. Sin embargo, para muchos, esta situación resultaba molesta, y mostraban una actitud negativa hacia Josefo. «Este gallo nos tiene agotados», repetían constantemente algunos de los vecinos. A pesar de las quejas, Josefo continuaba con su rutina inalterable, subiendo a lo alto de la montaña y entonando su canción cada día.

Un día, cansados de los ruidos que provocaba Josefo, los vecinos decidieron elaborar un plan. Se reunieron y comenzaron a discutir qué acciones tomar en relación con él. Varios de ellos propusieron: «Hagamos una sopa», y todos estuvieron de acuerdo. Sin embargo, lo que ignoraban era que Josefo los estaba escuchando atentamente mientras se ocultaba entre unos fardos de paja. Minutos después, Josefo recogió sus pertenencias y se marchó a un lugar lejano, sin intención de regresar. Al día siguiente, todos se sorprendieron al no escuchar su canto habitual. Así que lo buscaron por todas partes, pero no lograron encontrarlo, lo que los llevó a pensar que finalmente se habían librado de aquel gallo tan molesto (…).

Conclusión y Moraleja

En su libro Crepúsculo de los ídolos, Nietzsche explica en el capítulo «Cómo el mundo verdadero acabó convirtiéndose en una fábula», analiza el recorrido histórico, político y filosófico del pensamiento en cinco etapas: Platonismo, Cristianismo, Ilustración o Kantismo, Positivismo y Nihilismo. A la última etapa Nietzsche considera que es la verdadera y definitiva. Lo cual es un error conceptual, una afirmación contradictoria en sus términos, toda vez que las cinco etapas de las que él habla han ido degenerando con el tiempo de lo mejor a lo peor. He ahí su error. En la Argentina, el «progreso» del que habla Nietzsche -que es una involución-, última etapa o quinto momento histórico, el nihilismo actual, fue la que vivimos con el kirchnerismo que durante dos abominables décadas fue una horrible fábula, de modo que, parafraseando a Hegel, todo lo real fue fábula y todo lo irracional para Cristina y sus secuaces fue real. El libro de Vito Randazzo, lamentablemente, ha terminado al parecer fundiéndose con la fábula del Gallo Josefo.

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