Por Carlos Tórtora.-

Con diferencias no demasiado importantes, las últimas encuestas dan una proyección de alrededor del 10 por ciento de indecisos y muestran una tendencia que no es la esperada por muchos analistas. Es que se está dando algo que no es frecuente en una elección general, luego de que en las PASO se mostraran claramente dos alianzas predominantes, Cambiemos y Unidad Ciudadana. La tercera fuerza -1País- y la cuarta CUMPLIR estarían aproximándose a los mismos resultados obtenidos en las PASO. Es decir que el crecimiento de la lista que encabeza Esteban Bullrich no fue a costa de los votantes massistas sino de la incorporación de los que no votaron el 13 de agosto. De confirmarse las encuestas, sería significativo también el fracaso de CFK en captar a los peronistas que votan por su ex ministro Florencio Randazzo.

Un nuevo rol

La subsistencia de Massa como tercera fuerza le abre a éste un rol interesante: el de ser el interlocutor privilegiado en Buenos Aires de cualquier operación política de la liga de gobernadores o de algunos de sus miembros. Claro está que el tigrense vuelve a apuntar alto, es decir, a encabezar una fórmula presidencial con Juan Manuel Urtubey como vice, en tanto que éste se considera inamovible del primer lugar.

De los tres intendentes alineados con Cristina de mayor peso en el conurbano, Verónica Magario (La Matanza), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Gustavo Menéndez (Merlo), los últimos dos mantienen excelentes relaciones con Massa. En particular Menéndez, que revistó en el Frente Renovador.

La inminente crisis interna del cristinismo alienta también las expectativas de Massa de captar algunos intendentes que se retiren de aquel sector. Sumados los votos que obtendrían Massa y Randazzo, habría entonces un tercer polo electoral que gira entorno a un peronismo post-K.

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