Por Sebastián Dumont desde Pinamar.-

La temporada de rosca política fue inaugurada de manera formal por Sergio Massa y Gustavo Menéndez. Hasta ahora, la foto que más impactó en lo que va del 2018, porque alimenta especulaciones de posible unidad partidaria a futuro y de confluencia de espacios. Uno es el titular del Frente Renovador y antes de fin de año, en el brindis con su espacio, ratificó la independencia del mismo e incluso llamó a otros dirigentes a sumarse. Justo en el momento en que muchos hablaban de mayores deserciones. Por eso, en esa foto en Tigre se tuvieron en cuenta tanto las presencias como algunas sugestivas ausencias. El otro es el flamante presidente de PJ Bonaerense que se propone lograr la “concordia” del campo nacional y popular, más allá que esto no signifique una confluencia en el mismo espacio partidario. Al menos por ahora. Antes del final del año, tendrán que haber definiciones más importantes cuando se ingrese en el terreno electoral.

Por lo general, las experiencias de las reuniones de verano y la política son muy similares a los amores de estos tiempos. Sólo quedan en la temporada estival y luego se van diluyendo. ¿Será esta vez distinto? Hay elementos para pensar que sí lo puede ser. Después de tres derrotas consecutivas, el peronismo corre el serio riesgo de introducirse en una larga abstinencia del poder nacional y provincial. Por eso, la necesidad tiene cara de hereje. Dependerá de la madurez de los actores para lograr la mayor unidad posible en el curso del tiempo. Como alguna vez se dijo en este medio, se trata de un trabajo de orfebrería. Nada sencillo. Pero no imposible.

El nuevo titular del PJ se propone llevarlo adelante. No parece ser casualidad que el primero encuentro público hay sido con Sergio Massa. Se dice público porque más allá de haberse realizado en la privacidad de la casa que habita Massa en Pinamar, se tomó la decisión de hacer trascender las fotos, tarea de la que se encargó el tigrense de manera primaria. Y lo hizo a través de Clarín. El mensaje es la comunicación en sí misma.

¿Se habló de confluencia partidaria? Sí. Pero no como objetivo a corto plazo. Ahora está la posibilidad de acordar agenda parlamentaria en común. En la legislatura bonaerense puede ser clave para avanzar o no en leyes importantes. El debut, a finales del 2017 mostró que la división es funcional a Cambiemos. El bloque de los intendentes y el del Frente Renovador se cruzaron para ver quien había tenido la responsabilidad de darle la llave a Vidal para, por ejemplo, modificar el régimen provisional en el Banco Provincia. Pero ahora si el gobierno provincial decide ir por una reforma más amplia encontraría unidad en los bloques. De eso sí se habló en la cumbre pinamarense.

Otro de los temas acordados es que habrá rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional. Quizá no alcance para frenarla, pero la posición será uniforme entre los bloques del Frente Renovador, el del peronismo federal e incluso Unidad Ciudadana.

Justamente, Unidad Ciudadana es uno de los mayores interrogantes. Gustavo Menéndez no se cansa de repetir que debe seguir su independencia porque hay sectores que nunca confluirían en el PJ y pertenecen al campo nacional y popular. En su mirada, Cristina Kirchner no volverá a ser candidata aunque esa incógnita no se develará aún.

La semana que viene habrá otra foto con fuerte repercusión. En la casa de Massa en Pinamar, habrá encuentro ampliado. Allí estará el líder del Frente Renovador con sus intendentes, y llegará Gustavo Menéndez con varios de los alcaldes del conurbano que suelen acompañarlo. También se espera la visita de Diego Bossio. Para los memoriosos, hay un recuerdo de un asado parecido hace un año donde Massa estuvo con su gente, y llegaron Bossio con Juan Manuel Urtubey.

La alianza de Massa con Stolbizer es una incógnita. Pero no es tomado como algo contraproducente. “Macri aprovechó a Carrió para mostrar trasparencia, Margarita puede aportar lo mismo”, concluyen en las mesas peronistas. El tema es cuando dejará de ocuparse sólo de Cristina y el kirchnerismo para direccionar su mirada a Cambiemos.

“Hasta ahora la gestión de Vidal y Macri no ha sido para nada buena, el único éxito que tuvieron es mantener el campo nacional dividido en tres”, dice Gustavo Menéndez horas después de estar con Massa y antes de partir a verse con Juan Pablo de Jesús en el Partido de la Costa.

Allí está la clave. Todos ellos creen que de poder lograr la mayor unidad posible, hay una posibilidad de no rendirse a los pronósticos casi unánimes de reelección de Macri y Vidal.

Los gobernadores peronistas están al tanto de todo. Es más, habrá foto en las playas de Pinamar con Sergio Uñac (San Juan) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). ¿Estará con ellos Gustavo Menéndez? Es una fuerte posibilidad.

Mientras el peronismo va armando sus fichas desde la costa de Pinamar, Cambiemos también hace lo suyo. En ese mismo sitio estuvo la gobernadora María Eugenia Vidal donde fue “sorprendida” haciendo compras. Como en las viejas épocas, la costa “verde” como solía llamar a estos sitios Juan Alberto Badía, vuelve a ser escenario de la política argentina. Habrá que ver si se trata de algo con sustento en el tiempo, o solo un nuevo amor de verano.

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