El domingo 24 de septiembre, Sasha Micaela Luque, de 10 años de edad, concurre al hospital Federico Abete de Pablo Nogués por debilidad en sus piernas. Entra por guardia, es revisada por la doctora pediatra de apellido Alfano, quien indica la internación de Micaela para hacerle unos estudios. Después de estar recorriendo más de una hora los pasillos de todo el hospital semi desnuda (sólo con ropa interior) queda alojada en terapia intensiva del nosocomio. El día martes 26 de septiembre, todavía los médicos no habían dado el primer parte médico de la niña. Varios amigos y un pastor del barrio, donde el padre concurre a la iglesia, fueron a visitarla. Hasta entonces Micaela se encontraba de buen ánimo y estable. El día miércoles 27 de septiembre, los familiares de Sasha fueron a visitarla y pudieron verla después de muchas idas y vueltas, porque no los dejaban ver a la niña, hasta que llegó la autorización del Director Andrés Mellis y le permitieron pasar. Sorprendidos, se encontraron con Micaela dormida y “con una parte del cuello que le faltaba”. Los familiares de Micaela describieron que parecía que a la nena la hubiera mordido un perro y sacado un pedazo de cuello lado derecho. La herida le llegaba hasta el pecho de la criatura. Hasta ahí, los familiares, entre la angustia y la desesperación, preguntan a varias personas del hospital qué le había ocurrido a Sasha. Una señorita que adujo ser la jefa de ese sector les manifiesta a los familiares que están esperando al INCUCAI desde el día martes para retirarle los órganos a Sasha, que todavía se encontraba con vida. La familia no podía entender qué estaba pasando.

La angustia se prolongó hasta el día miércoles 27, cuando directamente no permitieron el acceso a la niña.

El día 28 de septiembre, siendo aproximadamente las 11,38 hs., Sasha pierde la vida. Los familiares reclaman a los médicos y enfermeros de ese sector que le entreguen el parte médico explicando por qué Sasha se encontraba sin vida y sin un pedazo de piel. Los médicos le informaron que no contaban con el parte y que debían ir al municipio de Malvinas Argentinas a reclamar. En el hospital todos se hicieron humo y nadie dio explicaciones de lo ocurrido a los familiares de Sasha, quienes se quedaron con todo el dolor por la pérdida y el silencio de los responsables de semejante locura, debieron darle “al menos” una explicación, ya que “Sasha había ingresado caminando y ahora la tenemos que llevar en cajón, fuimos al municipio y nos atendió una persona llamada Paola Verón y le pedimos la historia clínica, y nos dijo que, si queríamos, Nardini nos hacía la casa y nos daba todo lo que nos faltaba, pero que no hagamos nada, que la historia clínica desapareció y que Nardini necesitaba que el responsable de Sasha firmara el acta de defunción como que Micaela murió en casa y no en el hospital”, sostuvo un familiar.

El papá es una persona que no tiene estudios y no sabe leer ni escribir. Engañado por funcionarios del municipio, lo hicieron firmar un papel que decía que la nena murió en su casa, sin tener compasión por el momento difícil que atravesaba la familia.

Desde la pérdida de Sasha, la vida se tornó insoportable para los familiares, ya que reciben a diario todo tipo de agresiones verbales y amenazas por parte de Claudia Ledesma y Sergio Adrián Torres.

La doctora Paola Verón, las enfermeras Érica Sagarnaga y Claudia Schame eran las responsables del sector cuando ingresó Sasha porque sintió debilidad en sus piernas. Lamentablemente no volvió a casa y sus familiares exigen explicaciones.

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