Por Sebastián Dumont.-

La trama política detrás de los graves problemas que tiene Moreno son realmente de película. El intendente Walter Festa, que en algún momento tuvo intenciones de presidir el PJ Bonaerense está acorralado. La dura situación económica sumado a su posicionamiento político lo ubican en una especia de réplica con la provincia de Santa Cruz. Necesita ayuda financiera para pagar los sueldos que viene haciéndolo en cuotas, pero se niega a hacer recortes. El jefe comunal afirma que a la gobernadora le informan mal y por eso no lo recibe. Este lunes la tensión escaló al punto que municipales arrojaron la recolección de residuos en la puerta de la comuna. Allí, el servicio de limpieza está municipalizado.

Pero los problemas de Festa no son sólo con Cambiemos. También en la propia interna K y hasta en su propia situación sentimental. Sí, leyó bien. Es que la primera concejal que asumió con él en 2015 está de punta con el alcalde y si la crisis va en aumento, ella es la sucesora en primer lugar. Se trata de Cintia González, que era la pareja de Festa quien decidió dejarla por alguien muy cercana a la concejal. La herida desde lo personal está abierta y se traslada a la política. Es inevitable.

En tanto, el sindicato de trabajadores municipales lo maneja el ahora diputado nacional Walter Correa quien ingresó en la lista de Unidad Ciudadana. La misma que apoyó Festa y ganó. Por eso, el intendente, de no haber grandes cambios, podría mantener la mayoría del concejo. Por ahora…

En Cambiemos, el apellido Asseff es el más notorio. Aníbal y Claudia, hijos de un ex intendente de Moreno son los referentes. La “turca” encabezó la lista de concejales amarillos y tuvo el apoyo extraterritorial del ministro de gobierno Joaquín De La Torre. En un distrito ultra K lograron una elección más que decorosa. Sin embargo, la conquista de la comuna en 2019 no es tan simple. Allí aseguran diversos dirigentes que la cuestión será entre referentes peronistas. Sin embargo, Cambiemos también podría avanzar con un candidato “puro”. Los Asseff no son considerados de esta estirpe.

Una larga historia

En diciembre del 2001 cuando el país explotó producto de la profunda crisis económica y social, sumado a la escasa pericia de Fernando De La Rúa, el distrito de Moreno fue clave para el levantamiento del conurbano. Las columnas eran encabezadas por el intendente de entonces, Mariano West, que lo fue hasta el 2015 cuando cayó derrotado por el campista Walter Festa. Justamente, el nuevo jefe comunal advirtió que su comuna podría convertirse en un caso similar al de Santa Cruz, donde la crisis de los empleados estatales es muy profunda, con violencia incluida.

Claro que la repercusión que puede tener un hecho de las características de la provincia de Santa Cruz en el conurbano, es mucho más delicada. A 35 kilómetros de la Capital Federal, Moreno tiene más habitantes que el feudo K del sur del país. Los números en el municipio del Oeste son elocuentes.

Es verdad que la administración que heredó Walter Festa de alguien de su propio partido, Mariano West, era lamentable. Y las consecuencias están a la vista. A grandes rasgos, el municipio recauda cerca de 80 millones de pesos mensuales entre ingresos propios y coparticipación, pero gasta de sueldos y recolección de basura, más de 100 millones mensuales. Eso sin mover ningún otro papel. Mucho menos pensar en asfaltar una calle. La situación es explosiva por demás.

El intendente es de La Cámpora y no lo esconde. “Tenemos un enemigo que maneja todo, y si ganan el ajuste será impresionante”, decía antes de las elecciones Festa.

“La gobernadora no nos atiende”, repite Festa y aclara que la situación podría complicarse de no haber una ayuda adicional. Si esto no cambia, dice que no le quedará otra que ponerse al frente del reclamo de los empleados municipales. Ahora tiene que parar a los empleados para que no le quemen la municipalidad.

En el gobierno provincial miran la situación con atención, pero creen que tampoco hay que descuidar el costado político. Es más, aducen argumentos parecidos a los que le pidieron en Santa Cruz: revisar la nómina de empleados. Fuentes provinciales creen que si se revisa la nómina de empleados de Moreno podrían encontrarse muchos que no son de allí. Es que Festa le estaría devolviendo gentilezas a José Ottavis por haberlo bancada en la campaña.

Lo cierto es que la situación es complicada. Moreno es un municipio donde el peronismo ganó ampliamente en el 2015, y la figura de CFK sigue teniendo niveles muy altos de aceptación.

Un dato: los últimos cuatro párrafos de esta nota fueron escritos por este periodista en mayo de 2017. Por lo visto, la situación no se modifico en nada, salvo para empeorar.

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