Por Alexis Di Capo.-

A raíz de los hechos de violencia durante el debate de la reforma previsional en la Cámara de Diputados y de los posteriores brotes de saqueos en distintos puntos del conurbano, varios organismos de inteligencia están profundizando la información sobre los distintos grupos de activistas en el Gran Buenos Aires.

Una de las sorpresas que se están detectando es que muchos punteros de movimientos piqueteros, como Barrios de Pie, Movimiento Evita y Federación Tierra y Vivienda dejaron de trabajar para estas organizaciones en los últimos meses. La razón sería las nuevas causas judiciales que avanzan sobre la administración de los fondos de los planes sociales, la construcción de viviendas y otros rubros de los cuales participaron y todavía participan los grupos piqueteros. Una modalidad muy extendida para recaudar fondos para la política es que los punteros piqueteros retuvieran las tarjetas para el cobro de los planes sociales y acompañaran a los beneficiarios a cobrar, quedándose ellos con una parte. En los últimos tiempos, muchos punteros dejaron este “trabajo” por temor a ser detenidos y la prisión preventiva de D’Elía influyó psicológicamennte como un símbolo del fin de la impunidad.

Nuevo rebusque

El caso es que la mano de obra desocupada -y aparentemente alejada de las estructuras orgánicas piqueteras- estaría encontrando nuevos cauces para sobrevivir. Uno de estos caminos sería encabezar cortes de calles en zonas marginales con el pretexto de cortes de luz, lo que ocurrió en distintos puntos del Gran Buenos Aires en los últimos días, las calles cortadas son meticulosamente elegidas por estas bandas y se trata en general de las que salen de algunos hipermercados de los que parten los compradores con sus autos cargados de compras de fin de año. Al encontrarse con el corte, los desprevenidos automovilistas toman por el desvío que les queda por una calle generalmente marginal donde son detenidos por bandas de que los asaltan y saquean los autos. En la última semana se registraron varios de estos hechos, sobre todo en la zona Oeste, los que representan una modalidad de saqueos ya no a los supermercados sino directamente a sus clientes.

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