Por Luis Américo Illuminati.-

«La política es el arte de lo posible decía Aristóteles, pero en la Argentina no es un arte, ni un oficio ni una vocación sino la manía de lograr que lo simple, claro y verdadero se vuelva imposible, o sea, convertir todo en un pandemónium».

Prólogo con lupa

Entre el hiperrealismo y el surrealismo podemos ubicar la realidad, es decir lo actual y concreto, lo tangible. En la Argentina, la realidad es un oscuro laberinto donde cada individuo transita de contramano las pistas de un vertiginoso universo paralelo donde cada cual habla un idioma propio y diferente del otro, y así atrapados en una pesadilla, la trama del absurdo y la aporía se va tejiendo sola donde el final es idéntico al comienzo. Yo albergo una expectativa o esperanza razonable que lo dicho precedentemente quede circunscripto a los oscuros años de la debacle kirchnerista y no se repita como un déjà vu, como un inevitable regreso, un «continuum», donde ninguna parte se percibe como distinta de las adyacentes. Néstor Kirchner, su viuda y continuadora del saqueo sistemático del Estado, y junto con toda la camándula de sátrapas, testaferros, compinches y forajidos convirtieron la República en un chiquero. Con la eyección de esta ominosa organización del poder el pasado 10 de diciembre, estábamos convencidos que asomaba una incipiente luz al final del túnel que podía volverse aurora.

Los Hechos

En medio de la polémica por la decisión del flamante titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, ascendió a su pareja en el organismo que ahora cobra ocho millones, el Gobierno respaldó la medida. Según la investigación periodística, Vázquez favoreció a su pareja María Eugenia Fanelli “salteando rangos intermedios” para ubicarla como jefa de la Dirección Regional Centro II de la ciudad de Buenos Aires. Cabe aclarar que el código de ética interno del organismo desaconseja específicamente beneficiar a familiares y allegados. Así como el presidente Milei no le tembló el pulso cuando tuvo que echar a más de cincuenta funcionarios que cruzaron la línea demarcada como límite ético del que no se vuelve, ya que no es lo que quiere la gente que votó a la Libertad Avanza, esperamos, aspiramos y deseamos que haga y proceda de la misma manera con el Sr. Vázquez -con un asombroso parecido físico a José López Rega- y quede sin efecto el arbitrario decreto por el cual ascendió a su pareja violentando los reglamentos administrativos. Su expulsión y también el abandono de la idea de llevar a Lijo a la Corte, seguramente redundará en beneficios en las urnas y lo contrario ocurrirá de no hacerlo.

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