Por Sebastián Dumont.-

La semana pasada asumieron las nuevos integrantes de las fuerzas armadas designados por el presidente Mauricio Macri. El nuevo titular del ejército es Diego Luis Suñer, quien egresó del Colegio Militar en 1981 como subteniente del arma de ingenieros. Luego del paso de César Milani por la fuerza, la mirada sobre los altos mandos es distinta. Y lo que llamó la atención es que el ex jefe del ejército durante gran parte del cristinismo fue uno de los invitados especiales en la jornada de asunción. ¿Suñer es un hombre de Milani e incluso tiene contactos con el ex jefe de la bonaerense Hugo Matzkin?

En la actualidad, César Milani ha montado una empresa de seguridad privada donde se cree que utiliza las herramientas de inteligencia que compró durante el cristinismo y que sirvieron para generar una SIDE paralela, a punto de desatarse una feroz interna con los integrantes del 25 de Mayo conducidos por Jaime Stiuso.

No sería casualidad que otro ahora ex SIDE, Fernando Pocino, quien mantenía una feroz interna con Stiuso, sea socio de Milani en la actividad de inteligencia privada. A esa mesa le falta un nombre, que es el del ex jefe de la policía bonaerense Hugo Matzkin.

Toda esta interna voló por el aire en diciembre de 2014, y luego, con la muerte de Nisman, se agitaron viejos fantasmas. El antecedente de la muerte del agente de inteligencia Lauchón Viale forma parte de este mismo entramado. Sectores de la vieja SIDE lo apuntan de manera directa al tándem Milani-Pocino-Matzkin como los autores intelectuales de aquel episodio. Cuentas nunca saldadas por ahora.

Pero al parecer, las patas siguen unidas y tendrían vinculación con el nuevo titular del ejército. Así lo afirman experimentados hombres que conocen al dedillo la interna de los servicios de inteligencia y sus ramificaciones.

Es más, esas mismas fuentes aseguran que Suñer tiene contacto y buena relación con Matzkin, y además Milani habría recibido varios llamados de la ministra de seguridad Patricia Bullrich para consultarlo durante la triple fuga de los hermanos Lanatta y Schillaci.

La relación de Milani con Bullrich no sería nueva. Los habría acercado un ex integrante de la SI, muy polémico, como José Luis Vila, a quien la actual ministra de seguridad le habría pedido allá por el 2000 que pinchara los teléfonos de Hugo Moyano cuando se tensaba la relación con el gobierno de De la Rúa y la “piba” era la ministra de Trabajo.

Como solía decir Cristina Kirchner, todo tiene que ver con todo.

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