Por Sebastián Dumont.-

¿Funciona o funcionó una mesa de dinero negro en el ejército argentino durante años? Hay elementos y una denuncia judicial en marcha que dan cuenta de esta posibilidad concreta que podría tratarse de un verdadero escándalo. La misma se habría orquestado desde la contaduría general de ejército y la utilizarían para “solucionar compromisos con los camaradas presos por delitos de lesa humanidad”, sostiene una fuente cercana del ejército que maneja esta información.

Al parecer, esta operatoria habría comenzado en el año 2012 cuando en ese momento eran Sargento Ayudante Martín Cayetano Veloso y Ramiro Leonardo Pérez, quien también en dicha época fuera Capitán, ahora suboficial Principal uno y Mayor el otro, respectivamente. Ambos estaban en la oficina de sistemas de la Contaduría General del Ejército donde arreglaron con una persona llamada Pablo Pildaín para “hacerse de fondos a los efectos de solucionar compromisos de la Fuerza referidos a costear gastos relacionados con camaradas involucrados en cuestiones de Lesa Humanidad”.

Lo que habrían comenzado a orquestar era por medio de mutuales que manejada Pildaín, librar Cheques Propios del Estado como así también cambiar cheques de retornos de sus propios proveedores por lo cual se le pagaría una comisión a la mutual por la gestión de los mismos, y luego éstos le reintegrarían el dinero en efectivo a ellos.

Según fuentes de la investigación, esta operatoria se daría de manera mensual. Unos meses más tarde de haber comenzado, aparecen en escena el Coronel Alberto Martínez Azzolina y el Coronel Ricardo Belusci, como así también el General Raúl Ravetti y el General Hugo Gargano.

Durante este período de 5 años los cheques de la Contaduría y proveedores salían rumbo a cuevas, por montos mensuales de aproximadamente un millón de pesos. Y allí los intermediarios cobrarían la comisión habitual de mercado que era de un 9%.

Fuentes de la causa advierten que esos retornos eran entregados por Pildaín a los Coroneles Martínez Azzolina, Ricardo Belusci y Hugo Gargano. Los cheques fueron descontados en una oficina sita en la Avenida Corrientes 317, piso 11º, de la Capital Federal. Pero esto no sería lo peor. En forma paralela se armó una mesa de dinero que manejarían Martínez Azzolina, Raúl Ravetti, Ramiro Pérez y Martín Veloso, que operaría captando fondos de terceros para otorgar créditos al personal de la fuerza obviando todas las operatorias que debían cumplir otra mutuales. Allí habrían aparecido fondos de Pablo Pildaín, que buscó inversores para la operatoria que se mantuvo desde el año 2012 hasta el año 2016 ininterrumpidamente salvo dos meses del año 2016 abril y mayo.

Estos mismo movimientos se habrían en otras magnitudes inferiores en la Mutual de Arsenales y en la Mutual Mariano Moreno.

La justicia ahora investiga los movimientos a los respectivos Bancos para observar las trasferencias del Ejercito a las Mutuales si tenían

espaldo alguno y sin ser descontado un solo centavo a los agentes supuestamente afectados La contaduría Figuraba créditos que nunca se efectivizaban.

La causa tramita en el juzgado federal de Martínez de Giorgi y es la causa 1402 del 2017.

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