Por Carlos Tórtora.-

Una versión originada en fuentes del Ministerio de Defensa da cuenta de la existencia de un nuevo plan para reformar el despliegue del Ejército que coincidiría con el ajuste que se puso en marcha a raíz del acuerdo con el FMI. Según el plan se dejaría de lado la organización actual del el Ejército Argentino en 3 Divisiones 11 Brigadas, 135 Unidades y 33 elementos de Icia».

La reforma apunta a una FO “Fuerza de Operaciones” pequeña, flexible, sostenible, tecnológicamente equipada, y no tan desplegada territorialmente. Balanceada geográficamente, con capacidad de proyección, reducida en estructura y en cantidad de personal tanto en la Conducción como en la “Fuerza de Sostenimiento” para equipar y completar con los cuadros de organización de la FO “Fuerza de Operaciones”.

En el mismo tenor, se augura una FDO “Fuerza de Despliegue Rápido” potente, con la agrupación de Unidades para la optimización de los procesos administrativos.

Al mismo tiempo, se prevén las hipótesis de conflicto en relación a las “nuevas amenazas”, en alusión al terrorismo internacional.

Este nuevo enfoque parece como es obvio girar hacia la atender en buena medida necesidades de la seguridad interior. Por ejemplo, la Aviación de Ejército residual pasará a asentarse en la provincia de Córdoba con la FDR “Fuerza de Despliegue Rápido”. En el plan también hay un capítulo dedicado a la reforma de la formación militar, teniendo en cuenta que “todos los alumnos actuales de los institutos nacieron en democracia”.

A continuación se grafica la reducción gradual de elementos, unidades y cuarteles de aquí al 2023.”

Además de lo expuesto -y en otro orden- un análisis de la Contraloría General del Estado encontró que el presupuesto del Ministerio de Defensa se convirtió en el salvavidas de la Dirección General de Sanidad Militar, para tapar el hueco que representa su dramática escasez de recursos, cubrir gastos requeridos y asegurar la prestación de los servicios de salud. Por esta razón la Sanidad Militar se privatizaría en forma inminente, al igual que se privará a las FFAA de la administración directa de los fondos.

El reequipamiento militar no tendría un papel relevante en esta reforma y una vez más aparecería postergado, esta vez en aras del ajuste general del Estado. Cabe destacar que el Jefe de Estado Mayor del Ejército, General Claudio Pasqualini, no comparte la conversión del Ejército en función de la seguridad interior y así lo expresó recientemente en una reunión de mendos.

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