Por Carlos Tórtora.-

Las intenciones confesas de Mauricio Macri de incorporar las Fuerzas Armadas a la Seguridad Interior distan bastante de ser sólo dichos. En el área de Defensa ya se trabaja en proyectos que faciliten las distintas variables para llegar a este objetivo. Como canalizador de los requerimientos de la Casa Rosada, la figura clave es el teniente general Bari del Valle Sosa, Jefe del Estado Mayor Conjunto. Bajo su órbita se están elaborando distintos estudios. Uno de éstos se refiere a la posibilidad de un traspaso inmediato de suboficiales del Ejército a la Gendarmería, lo que le permitiría a ésta poseer rápidamente una masa de refuerzos para dedicarlos a la seguridad pública, ya que el entrenamiento de los militares en parte es similar al de los gendarmes. De habilitarse esta opción, en el Ministerio de Defensa estiman que habría varios miles de suboficiales interesados en mudarse de fuerza. En otras épocas esto hubiera sido impensable, ya que en el Ejército la Gendarmería siempre fue mirada como una fuerza subalterna. Pero hoy los números mandan y las fuerzas de seguridad cuentan con niveles salariales que están más del 30 por ciento por arriba de los militares. Una oferta que mejore así sus salarios sería tentadora para muchos suboficiales que hoy deben tener un trabajo extra para llegar a fin de mes

A vender sea dicho

Pero el traspaso masivo de cuadros subalternos del Ejército a la Gendarmería no sólo le permitiría al gobierno contar con una Gendarmería de unos 50.000 efectivos, con mayor capacidad para reprimir. También habría otro objetivo y no menor. Los suboficiales son amplia mayoría en las unidades militares y si disminuyera drásticamente su número muchas brigadas y regimientos quedarían desplobladas y con sus cuarteles desiertos. Esto dejaría sin usar a buena parte de la infraestructura edilicia y facilitaría el ambicioso plan de venta de inmuebles y predios militares que está elaborando el gobierno. Con un Ejército achicado, la gigantesca estructura física que hoy todavía tiene el mismo sería más difícil de sostener y el plan de ventas tendría menos obstáculos.

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