Por Luis Alejandro Rizzi.-

Días pasados me encontré en la esquina de Avenida de Mayo y Perú, yo venía del Tribunal fiscal de la Nación, con un conocido del ambiente aeronáutico y me dijo con voz impostada y como si temiera ser escuchado, posiblemente porque estábamos a pocos metros de las oficinas comerciales de Aerolíneas Argentinas, “¿Sabés una cosa, Luis? Isela Constantini fue, pero seguirá…”

Justo el 24 pasado en su blog Alejo Marcigliano recordaba: “Si la presidenta de la compañía, Isela Costantini, afirmó a comienzos de año que necesitaba US$ 1.000 millones para que la empresa funcione este año y le redujeron el presupuesto en dos oportunidades hasta dejárselo en apenas US$ 260 millones, le va a faltar dinero. Obvia y claramente y el gap es muy grande. A menos que haga un ajuste brutal (con despidos incluidos), cualquier replanteo de números será insuficiente. Y aún así, cualquier reducción de personal supondrá una mejora financiera a mediano o largo plazo, no a corto. A menos que se planee despedir gente sin indemnizarla. Un rumor que escuché esta semana es que la idea es lograr bajas voluntarias…”

En verdad, no creo que el problema ni el posible comienzo de una solución de Aerolíneas Argentinas pase por lograr bajas voluntarias, por una simple razón para que la gente acepte irse la recompensa deberá ser tentadora y es obvio que hoy no creo que se disponga dinero para financiar esas “bajas voluntarias”.

Según información que recibí hace ya unas semanas, luego hecha pública en varios medios, agosto será un mes crucial. Los gremios estarían dispuestos a firmar por un 35% o un poco menos, que cuando no se tiene dinero es mucha plata.

No hago mención a que pedirían algo mas, ya que la renuncia a ese “algo más” será su prueba de que quieren salvar a la empresa. Patriotismo en todo el sentido de la palabra para todos y para la propia Isela que de ese modo lograría un ahorro de “ese algo más” que se exhibiría como un mérito de “todos y todas”.

Hace tiempo decíamos que Isela Costantini estudiaba la posibilidad de un “lease back” de la flota que le pertenece, nosotros ya dijimos en una anterior que eso era simplemente generar un nuevo problema futuro. Marcigliano con relación a esa posibilidad pensaba que “estas opciones no mejorarán los números operativos. Es decir, estos mecanismos no reducirán el déficit, sólo lo financiarán”, es decir trasladarían el problema unos emes adelante.

Alguien de la empresa me decía también en voz muy baja voz con relación a ese eventual crédito, “bueno sería un forma de llegar a fin de año, si llegan le acoté, pero la licenciada, continuó, podría salir decorosamente… y habría hecho mucho de lo poco que pudo…”

La desesperada campaña ofreciendo ventas a cualquier destino en cuotas que irían hasta 18 meses, según una publicidad que está haciendo la tarjeta de crédito “Diners”, demostraría la extrema necesidad de dinero que se necesita para cubrir el día a día.

Según se cuenta el Sr. Efromovich demoraría el inicio de sus operaciones en Argentina, algunos dicen para mitad de 2017, estarían esperando entre otras cosas una disminución de costos laborales por modificación de normas o vía un nuevo convenio colectivo que admita la multifunción, por ejemplo hay candidatos para trabajar como personal de cabina de pasajeros con habilitación aeronáutica para otras funciones, por ejemplo “despachante”.

No sólo ése sería el impedimento, los costos de tasas y servicios aeronáuticos se consideran muy elevados y tampoco se aceptaría por la naturaleza de la actividad que se realizaría con los ATR, tener que ir a morir a Intercargo.

Hasta ahora en esas “pequeñas cosas” que salen muy caras, aun no hubo cambios.

Todo hace suponer que Aerolíneas Argentinas recibirá algo de dinero, por ahora serían prestamos, sería el eufemismo que se utilizaría, de ese modo Isela seguiría, pero… la pregunta es quien y como resolverá, ese problema que según alguna encuesta que me mostraron, no está entre las preocupaciones de la gente. Como, vale la pena decirlo al pasar, tampoco lo está “fútbol para todos” que a más tardar a fin de año se financiaría con lo que realmente es capaz de ofrecer y producir, que según los entendiditos en el negocio de la publicidad no superaría los $ 1.500 millones… si eso fuera así muchos clubes desaparecerían… No habrá como en el transporte aéreo exceso de oferta…

Un directivo de un canal de aire dijo “El fútbol no me aumentó el rating…”

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