Por Guillermo Cherashny.-

Hace meses que el gobierno se llena la boca con los aumentos de la producción de petróleo y gas y con una precio local del petróleo de 60 dólares contra 45 del internacional y del gas de 7,5 dólares contra 3,77 del internacional.

En efecto, la producción de petróleo en mayo cayó el 6% y en abril fue del 13% y el del gas, el 1,8% en mayo, aunque el acumulado de un año fue positivo en 2,4%, pero es menor el crecimiento en 2017 que en 2016, y que en mayo pasado fue negativo.

Además, el gobierno anunció con bombos y platillos un nuevo acuerdo laboral para bajar costos con el gremio petrolero de Guillermo Pereyra pero los resultados no se ven y especialmente la estatal YPF registra una caída mayor que las privadas.

Está claro que YPF, pese al aumento continuo de la nafta, que es la más cara del mundo, pese al denominado barril criollo de 60 dólares y el gas nuevo que el estado paga 7,5 dólares contra 3,77 que le paga a Bolivia. Es decir que el gobierno no genera en las petroleras privadas nacionales y extranjeras la confianza para invertir en exploración en petróleo y gas.

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