Por Eduardo Difonso.-

DATOS REALES QUE MUESTRAN QUE PAGAMOS LAS TARIFAS ELÉCTRICAS MÁS CARAS DEL MUNDO

El precio del mercado eléctrico a U$S 77 dólares el precio mayorista, sin considerar el impacto interno de la devaluación sobre las tarifas, ya resulta un abuso frente a los precios que rigen en otros países.

En la Unión Europea, el precio promedio de la energía para 2017 fue de €37 euros por Mw/h, o U$S41 dólares (Informe European Electricity Market, Third Quarterly Report). Su matriz de consumo eléctrico es similar a la de Argentina y el precio que paga por el gas importado está en torno a los 5,29 dólares por millón de BTU, aproximado al que rige hasta hoy para las centrales eléctricas argentinas, con el agravante que Argentina genera el 85% del gas que consumen los distintos usuarios.

Los precios de generación que rigen en la mayor parte del mercado de Estados Unidos van de U$S 30 a los U$S 36 dólares por MW/h (Informes de Energy Information Administracion, EIA, organismo oficial). Es decir, a la mitad de los que nos imponen en el país.

Y no es sólo en lo que hace al precio de la energía generada donde está el problema, sino también es un despropósito lo que ocurre con las distribuidoras, que pasaron de una situación de retraso en los cuadros tarifarios a una situación de holgura empresarial pocas veces vista. Además de perdonárseles viejas deudas, se le asigna un valor por la distribución cerca del doble de la que regía en la década del 90.

Hoy, la tarifa está a más del doble en dólares que en el año 2000 (U$S 70 por MW/h). La Tarifa T1 R2 (general) del año 2000 estaba en el equivalente a U$S 53 dólares por MW/h. Restando el valor MEM, obtenemos un Valor Agregado de Distribución (VAD) que se ubicaba en el entorno de U$S 25,60 dólares. Hoy, este VAD está a U$S56 dólares. Es decir, el VAD actual está a más del doble de la década de los 90.

Si a pesar de haber mejorado las tecnologías de mantenimiento y contar con equipos de Distribución más eficientes y económicos, que hoy los argentinos tengamos que pagar por la energía mayorista y por la distribución valores cerca del 100 por ciento por encima de lo pagado en el año 2000, es porque algo está podrido en Dinamarca. Según nota de opinión del Ing. José Andrés Repar; Ingeniero. Integrante del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz.

Como puede ser que el criterio del gobierno PRO-RADICAL siga sosteniendo el argumento de que las tarifas están atrasadas en Argentina y pretendan seguir favoreciendo a las generadoras y Distribuidoras luego de perdonarles las deudas generadas, la falta de inversión incurrida por incumplimiento de contratos de concesión y el beneficio de cotizar las tarifas en dólares con semejante devaluación del peso que implica una inflación en dólares imposible de afrontar por los usuarios.

ALGUNOS ERRORES DE DIAGNÓSTICO

Los errores de diagnóstico y su implementación cometidos por el gobierno PRO-RADICAL, nos están indicando, como mínimo, dos situaciones claras:

1.- Que desconocían la situación real en la que se encontraba el país.

2.- Que equivocaron las políticas públicas a implementar para producir el CAMBIO propuesto durante la campaña electoral.

Descartamos la primera situación porque, de no hacerlo, estaríamos subestimando la capacidad política y de análisis del Sr. Presidente y de su equipo ministerial que elaboró las propuestas de Cambio expresadas en base a los errores o falencias del gobierno que aspiraban a reemplazar.

Por lo tanto debemos concluir que equivocaron las políticas públicas a implementar debido a un diagnóstico equivocado.

Esto lo percibimos desde la primer decisión de devaluar el peso en casi un 50%, llevando el dólar oficial (que quedó como único) a $ 14,30 que. Era el valor que cotizaba en el mercado paralelo esa moneda.

Pensaron que como la economía se movía con ese dólar paralelo, esa devaluación no se trasladaría a los precios. Tremendo error ya que todo el mundo trasladó directamente ese incremento a los precios e hizo que la inflación se disparara a más del 40% con las nefastas consecuencias para los asalariados, jubilados y todos los argentinos con ingresos fijos.

Reducción de retenciones para el campo, exportación de soja, maíz, trigo y eliminación de las retenciones a la minería. Si conocían la necesidades del país en lo referido a recursos para reducir el importante déficit fiscal, no se entiende como renuncian a esos fondos tan necesarios. A tal punto que esta semana se estuvo evaluando la posibilidad de aplicar nuevamente las retenciones a esos sectores demostrando lo apresurado de aquella decisión de quita y la falta de convicción en las políticas públicas implementadas porque no responde a un plan estratégico macro elaborado para aplicar durante la gestión de gobierno.

Metas fiscales y presupuestarias imposibles de cumplir por que parten de un criterio optimista- electoralista ya que partían de las afirmaciones del propio presidente Macri cuando trasmitía la confianza de que la inflación no era problema y que se solucionaría fácilmente porque si eso no sucede es responsabilidad directa del presidente de la nación

Y esperaban la lluvia verde, ingreso de dólares, a partir del cambio de gobierno y el despegue económico, anunciándolo para el segundo semestre del 2016 y luego para el primer trimestre del 2017 y así siguiendo sin que ninguno de estos anuncios se concretara y ya estamos en dos años y medio de gestión del gobierno PRO-RADICAL y esas afirmaciones siguen siendo una esperanza incumplida que partieron desde la más alta magistratura.

Luego, a los pocos días de haber asumido en diciembre del 2015, Decretaron una Emergencia Energética, se entiende que previamente habían analizado los números de la producción que generaban nuestros recursos no renovables, especialmente en petróleo, gas y electricidad.

Para no abundar en datos que ya hemos detallado en otras notas de opinión nos remitiremos a los que se encuentran publicados en las páginas web oficiales del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, en la de los ENTES Reguladores de esos Servicios Públicos (ENRE y ENARGAS por ejemplo), CAMESA (Mercado Eléctrico Mayorista), entre otros y de distintas ONG e Institutos especializados como el IAE (Instituto Argentino de Energía), o la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

Todos los valores que establecían la cantidad de pozos perforados, la cantidad de petróleo producida, la cantidad de metros cúbicos de Gas extraídos hasta diciembre del 2015 nos muestran que eran superiores a los valores registrados, a partir de esa fecha, hasta febrero-marzo del 2018.

La conclusión inmediata es que la crisis decretada no se pudo superar con las políticas implementadas o que dicha crisis fue un invento para recomponer la rentabilidad a las empresas concesionarias de dichos servicios ya que hoy los valores son peores de los existentes en aquel entonces y nadie en el gobierno habla de crisis energética.

Ya tomamos conocimiento por un informe de la Fundación FIEL que el aumento de los servicios públicos conocido como Tarifazo significó una transferencia de recursos de los usuarios a las empresas prestadoras de estos servicios del orden de los U$S 16.500 millones de dólares en los años 2016-2017, de los cuales U$S 8.250 surgió de las familias argentinas (consumo residencial) y peor aún, nada de esos dineros se utilizó para disminuir el tremendo déficit fiscal que tiene el país.

También se cometieron errores en la implementación de la política monetaria al no demostrar coherencia en las medidas adoptadas para controlar la paridad cambiaria lo que permitió implementar nuevamente la llamada “Bicicleta Financiera” que consistía en traer dólares, inversores extranjeros especuladores (también varios argentinos) que cambiaban a pesos y los colocaban en LEBACs al 27,5% hasta llegar a tasas de un 60% y un dólar a $ 28,30.

Todo ello redundó en una salida de divisas de más de U$S 11.400 millones de dólares en menos de treinta días para ser benévolos en el cálculo de tiempo y reservas del Banco Central

No podemos olvidar la presión realizada por el gobierno PRO-RADICAL para que el Congreso Nacional sancionara una ley que modificara el cálculo de actualización de los haberes de los Jubilados, Pensionados, Asignación Universal por Hijo y otros subsidios. Hecho esto para obtener un ahorro de $ 100.000 millones de pesos que tampoco fue para reducir el déficit fiscal tan meneado sino que fue para repartirse entre los Gobernadores y sólo para Buenos Aires (Gobernadora María Eugenia Vidal) significó un aporte de $ 40.000 millones de pesos.

En este punto debemos destacar que provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estaban y están recibiendo hasta hoy un aporte del presupuesto nacional(es decir, de todos los argentinos) de $ 36.000 millones de pesos para afrontar las tarifas de luz de EDENOR, EDESUR y de agua potable de AySA, mientras que en el resto de las provincias esos servicios son afrontados por los consumidores sin ningún tipo de subsidios, desde hace años.

No hay una política basada en un plan energético que impulse el desarrollo económico nacional, ni fomente la creación de industrias que aporten valor agregado a nuestra producción primaria y generación de empleo genuino, tampoco que mejore la calidad de vida de los argentinos. Claro que para ello se debe considerar a la Energía como un factor estratégico y no un bien de cambio mercantilizado.

Por ello vemos que el gobierno está materializando la venta de las acciones que el Estado tiene o tenía en las empresas del sector energético, está en pleno proceso de venta de las acciones de las Transportadoras de energía más importante del país, (ejemplo Transener que transporta el 62% de la energía que consumimos) y aceptando la fusión de empresas del sector o la transferencia de acciones entre privados que les permiten ejercer una posición dominante sobre otras empresas del mismo ramo constituyendo un monopolio en la prestación de servicios públicos vitales considerados por la Corte Suprema de Justicia como Derechos Humanos.

Podríamos seguir enumerando una serie de errores de diagnóstico y de implementación de políticas públicas que demuestran la inexistencia de un Plan Estratégico con visión a mediano y a largo plazo, de cinco a veinte años, que permitan realmente Cambiar el modelo de país heredado desde hace más de setenta años.

¿Qué medidas han adoptado para lograr el CAMBIO prometido?

¿Qué medidas van a tomar en beneficio del crecimiento económico-industrial del país?

¿Hay ideas distintas que mejoren la calidad de vida de los argentinos y compensen el ajuste exigido por el FMI?

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