Por Antonio Rossi.-

Mientras esperan que la paulatina flexibilización de la cuarenta en la región metropolitana se convierta en el puntapié inicial de la recuperación del sector, varios actores que intervienen en el negocio del GNC salieron a poner sobre el tapete la existencia de un tema conflictivo que afecta la actividad de las empresas locales y la seguridad los usuarios.

La cuestión que más preocupación genera en el sector es la situación de inseguridad originada en las nuevas conversiones de vehículos a GNC con cilindros y kits usados que fueron desmontados de otros automóviles o de los cuales se desconoce debidamente su procedencia y trazabilidad.

En los últimos años, del total de conversiones de vehículos a GNC, entre un 25 y 30% se realizaron con cilindros que llevaban varios años de uso. Pero en los últimos meses, la reinstalación de equipos usados se ha incrementado de manera significativa -56% en abril y 44% en mayo- con la utilización de cilindros y kits que son obsoletos para los nuevos vehículos, lo cual es desconocido por los usuarios que, con el fin de abonar el precio más bajo, terminan siendo engañados y estafados.

Los kits y cilindros desmontados vuelven en su mayoría al mercado para ser revendidos de varias maneras y con diversos artilugios para poder quedar como “legales” ante el sistema SIC-GNC y así poder obtener la “oblea” oficial.

Los empresarios del sector consideran que la normativa vigente referida a la reinstalación de equipos (resolución 2603/2002 del Enargas) crea las condiciones para generar un mercado secundario con la venta de kits/cilindros que no cuentan con trazabilidad alguna que respalde su origen y aporte datos ciertos y reales sobre cuándo fue desmontado y en qué condiciones se mantuvo sin usar. Incluso algunas voces sostienen que habría empresas productoras de equipos completos que se estarían dedicando exclusivamente a las reinstalaciones sin adquirir, ni incorporar ningún componente nuevo.

Además de resaltar que dicha resolución resulta “ambigua y parcial”, apuntan tres datos salientes:

–Existen en el mercado cilindros con varios años de antigüedad de fabricantes que ya no existen –como Bogap, IMZ, Pisi, Saravia, Cilbras, Spada y CITEA), lo cual impide su autenticación en caso de reprueba y/o reinstalación. Se han detectado casos de colocaciones de cilindros que tienen 29 años de antigüedad y que fueron pasados como nuevos.

–Nadie sigue los lineamientos normativos porque que en las auditorías que se efectúan no se solicita la documentación del equipo, ni el boleto de transferencia del equipo que debe estar firmado ante escribano público. En muchos casos, los equipos usados se compran en desarmaderos clandestinos o directamente en Mercado Libre.

–La falta de un control riguroso afecta una de las bases esenciales del sistema GNC que es la seguridad por la elevada presión de trabajo que en caso de accidente puede dañar gravemente no solo al propietario del vehículo, sino también a pasajeros, transeúntes y empleados de estaciones de servicios.

Tras advertir que resulta necesario definir una nueva reglamentación para el uso seguro y eficiente del GNC como combustible de vehículos, los referentes del sector consideran que la actualización normativa debería incluir, entre otros, los siguientes puntos:

–Todos los desmontajes deberán realizarse con la documentación que exige la normativa y en un taller homologado. Una vez que se concretan, los desmontajes deben ser informados fehacientemente en un plazo máximo de 15 días

-Acceso al Sistema Informatizado Centralizado del GNC de los fabricantes para poder evaluar y dar conformidad a la trazabilidad del equipamiento.

–Baja automática del sistema de los cilindros en uso o instalados que no cuenten con la oblea vigente.

–Actualización normativa de los componentes de un equipo completo de conversión y su trazabilidad.

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