Por Alexis Di Capo.-

Un buque metanero que había partido de Bahía Blanca con 130.000 metros cúbicos de GNL hizo escala en Escobar para dejar la mayor parte de esa carga en una curiosa operación comercial que involucró a YPF y la ex Enarsa, la energética estatal que la administración macrista rebautizó como Ieasa y que en las próximas semanas recuperará su nombre original.

Por orden del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y del secretario de Energía, Sergio Lanziani; la nueva cúpula directiva de Ieasa se vio forzada a adquirirle a YPF un despacho de 90.000 metros cúbicos de GNL a un precio más elevado que el correspondiente a un volumen similar de gas natural.

Según los datos que circulan entre las productoras locales de gas, la venta de GNL concretada en la última semana de marzo se habría cerrado a un valor de 2.98 dólares por millón de BTU (US$/MBTU).

Ese precio resultó un 30% más caro que valor promedio que estuvo facturando la misma YPF por las entregas de gas natural efectuadas en los últimos días del mes pasado en el mercado interno.

YPF había comenzado a desarrollar la venta de GNL al exterior a mediados de 2019 para ampliar sus negocios y poder “monetarizar” la producción de gas de Vaca Muerta que no es demandada en su totalidad por el consumo interno durante varios meses al año.

A diferencia de la amplia difusión que les había dado a las anteriores exportaciones de GNL realizadas desde la terminal de licuefacción contratada a la empresa belga Exmar, esta vez YPF mantuvo un llamativo bajo perfil a la hora de informar sobre la venta doméstica a Ieasa.

El GNL que terminó descargado en la planta regasificadora de Ieasa en Escobar fue transportado en el metanero “Methane Kari Elin” que zarpó de Bahía Blanca el 24 de marzo pasado con una hoja de ruta que tuvo como destino final España.

En los mentideros del área energética consideran que el visto bueno del Gobierno para que Ieasa le compre a YPF la carga de GNL en vez de gas natural que era más económico fue una suerte de “compensación” por no haberle permitido aumentar los precios de los combustibles líquidos que permanecen sin cambios desde principios de diciembre del año pasado.

El inicio de la “exportación” de GNL que terminó en Escobar se remontaría a fines de febrero, cuando la anterior conducción macrista aún estaba al frente de Ieasa recibió una indicación del subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales para avanzar con la compra.

Luego de hacerse cargo de la empresa el 6 de marzo, el nuevo titular de Ieasa, Andrés Cirnigliaro elevó un informe que planteaba lo desventajoso que resultaba la operación por el lado del precio a pagar por el GNL en lugar de un volumen equivalente de gas natural.

Ante un pedido de instrucciones a las autoridades energéticas para saber si daba de baja o mantenía la operación, el directorio de Ieasa recibió una nota suscripta por Lanziani que, alegando una orden del ministro Kulfas, le dio vía libre a la polémica compra de GNL.

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