Por Antonio Rossi.-

Lejos de ajustarse al lavado argumento oficial de una “superación de diferencias y una nueva visión que prioriza los clientes”, el sorpresivo acuerdo entre el Gobierno y el grupo Eurnekian para no rescindir el contrato de AA2000 y respetar la extensión de la concesión hasta 2028 que había aprobado la administración K respondió a dos factores clave.

Desde el lado oficial, lo que empujó esa salida fue la necesidad política de cerrar el tema antes de la gira internacional de los funcionarios de Transporte y Finanzas que salieron a buscar inversiones privadas para obras de infraestructura por medio del programa PPP.

Y por el lado del concesionario privado, la conveniencia económica de bajar el nivel de conflictividad y seguir adelante con la explotación del negocio aeroportuario con un compromiso no escrito de otorgar la mayor parte de las nuevas obras de ampliación y mejora a un grupo de empresas constructoras afines al macrismo.

Tras casi dos años de mantener una marcada disputa que incluyó fuertes regulaciones y limitaciones impuestas por el organismo de control al funcionamiento operativo de AA2000, el Gobierno anunció a fines de noviembre que había arribado a un entendimiento con el Grupo Eurnekian.

Por medio de la agencia internacional Bloomberg, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich aseguró que la opción de utilizar la cláusula de rescisión anticipada de la concesión «ya no se encuentra en la mesa» de negociación.

«Las diferencias que teníamos se corrigieron después de que Eduardo Eurnekian estuviera de acuerdo con los cambios estructurales que coinciden con nuestra visión, que es priorizar al cliente», sostuvo el ministro.

Desde la órbita de Dietrich indicaron que uno de los hechos que permitió hacer las paces fue el cambio de autoridades en AA2000 que llevó a la presidencia a Martín Eurnekian -el sobrino del patriarca del holding- con quien las autoridades de Transporte pudieron superar las trabas y diferencias.

Pero más allá del relato oficial, lo cierto es que el Gobierno tenía que dar una rápida señal de acuerdo con el grupo Eurnekian -uno de los principales operadores aeroportuarios del mundo- porque de lo contrario se exponía a cosechar un duro revés de los inversores privados que está convocando para vengan al país a financiar y ejecutar las grandes obras públicas por el mecanismo del PPP.

El programa de Participación Pública Privada (PPP) constituye la principal apuesta de la administración macrista para llevar adelante un ambicioso plan de obras públicas sustentado en fondos privados.

Una comitiva oficial integrada por Dietrich y Pablo Quirno (el ex JP Morgan y hombre de confianza del ministro de Finanzas, Luis Caputo) está recorriendo Estados Unidos y las principales plazas europeas tratando de interesar a inversores y constructoras privadas para que presenten ofertas en las primeras licitaciones de obras viales por PPP previstas para febrero de 2018.

En el caso de AA2000, lo que habría ayudado a diluir las divergencias con los funcionarios fue una aceptación tácita y no escrita de que a partir de ahora la constructora vinculada con Nicolás Caputo -el alter ego y socio del presidente Mauricio Macri- tendrá una mayor “participación y visibilidad” en las obras de remodelación y ampliación que se definan para las terminales aéreas concesionadas.

Si bien el acuerdo entre el Gobierno y Eurnekian ya empezó a correr, la cartera de Dietrich decidió mantener en pie una de las principales herramientas que tiene para presionar y condicionar el accionar de AA2000.

Se trata de la consultora privada que ha sido convocada para la revisión contractual del negocio aeroportuario que controla Eurnekian desde fines de los 90.

Sin tener en cuenta el nuevo escenario de entendimiento que surgió tras el acuerdo entre las partes, Dietrich optó por seguir adelante con la contratación de la UTE que integran la consultora española Ineco y la local Hytsa.

Por medio de la resolución 64, el ORSNA -el organismo de control aeroportuario- adjudicó el contrato de consultoría para realizar el “análisis integral del régimen jurídico de la concesión de AA2000” a Ineco e Hytsa por un monto total de 21,5 millones de pesos.

Las dos consultoras elegidas tienen varios contratos con autoridades macristas tanto a nivel nacional, como en las provincias y municipios administradas por referentes de la alianza Cambiemos.

Ineco ganó en la última década varios contratos de consultorías con la administración porteña y de de asesoramiento en materia ferroviaria durante la gestión del ex ministro de Transporte kirchnerista, Florencio Randazzo.

Por su parte, HYTSA -que dirige el ex presidente del Club Independiente, Javier Cantero- se ha visto beneficiada con varias contrataciones de la Nación y organismos provinciales para consultorías que no están directamente vinculadas con el sector aeroportuario. La mayor parte de sus trabajos aparecen focalizados en recursos hídricos, obras de saneamiento y estudios de impacto ambiental.

Según el pliego licitatorio, las consultoras contratadas deberán evaluar dos premisas relevantes. Por un lado, “la incorporación, sustitución y desafectación de las terminales aéreas que opera actualmente AA2000”. Y, por otro lado, la “viabilidad jurídica para que el Estado Nacional se avoque a la administración y/o explotación de los aeropuertos en los casos, cuestiones y materias que lo considere pertinente”.

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