Por Antonio Rossi.-

En las últimas semanas, varios medios oficialistas y cercanos a la administración de Mauricio Macri coincidieron en desplegar una serie de notas sobre las bondades y los logros que afloran de la actividad de Vaca Muerta.

Acompañados por representantes de las petroleras y funcionarios nacionales, los enviados de los medios calificaron la situación actual de Vaca Muerta como un “milagro productivo” que debería ser imitado en otros sectores para poder revertir los números negativos de la economía.

Pero más allá de ese relato optimista -que en estos momentos de efervescencia electoral resulta funcional al gobierno macrista- existen otras miradas sobre la realidad que ponen sobre el tapete los obstáculos que limitan y condicionan el potencial productivo de Vaca Muerta.

Convocados por el Instituto Argentino de Energía (IAE) General Mosconi que pilotea Jorge Lapeña, dos reconocidos analistas del sector José Luis Sureda y Gerardo Rabinovich expusieron sobre los “desafíos y las oportunidades” que enfrenta el desarrollo de Vaca Muerta.

Ex secretario de Recursos Hidrocarburíferos y hombre de consulta del sector, José Luis Sureda planteó, entre otras, las siguientes apreciaciones:

–Por su participación actual, YPF es un jugador clave para que Vaca Muerta pueda tener un fuerte desarrollo. Pero las dificultades económicas que enfrenta hacen dudar de que pueda tener un rol destacado. -Las restantes empresas que están operando en Vaca Muerta no tienen los problemas financieros y de caja como YPF, pero dudan de avanzar por la incertidumbre política y económica que existe en el país.

–La productividad de Vaca Muerta es igual o mejor que la mejor productividad de los pozos de Permian. La ganancia por productividad es ahora más modesta que en los inicios de la etapa de aprendizaje.

–Uno de los problemas que limitan el desarrollo de Vaca Muera es la provisión de arena que representa el 25% de los costos de operación de un pozo. Hay solo dos proveedores locales concentrados en Chubut y Entre Ríos y la arena cuesta más de dos veces lo que vale en EEUU.

–El fracaso del proyecto del “Tren de carga a Vaca Muerta” que impulso el Gobierno fue por la falta de certidumbre sobre la marcha del país. Pero más allá de eso, el Estado no tiene que hacer el tren de Vaca Muerta. Es una tarea que tienen que encarar los privados cuando las empresas operadoras tengan claro sus planes, se diluya la incertidumbre política y baje el riesgo país.

–A diferencia del crudo convencional Medanito que es bastante homogéneo en los diversos yacimientos, el shale oil de Vaca Muerta tiene marcadas diferencias que pueden verse en las diferencias de color y grados API que se obtienen en bloques no muy distantes. No existe ni creo que vaya a existir un barril Vaca Muerta por estas diferencias que tiene.

–En el caso del gas, el principal problema es la marcada estacionalidad de la demanda. El consumo residencial promedio de verano es de 13 MM3 diarios y salta a un promedio de 60 con picos de hasta 90 MM3 diarios en el invierno.

–Por el lado de los mercados regionales, el que más puede ayudar a Vaca Muerta es Chile. Si bien quiere desplazar en las centrales térmicas al carbón por el gas natural argentino, Chile por ahora no está dispuesto a pagar un premio por el salto de calidad del combustible. Si hay acuerdo, Vaca Muerta puede atender la demanda actual de 10 MM3 diarios que tienen las usinas térmicas chilenas.

–El camino para apuntalar el desarrollo de Vaca Muerta pasa por LNG (gas natural licuado). Con la instalación de un tren de producción de LNG en Bahía Blanca que demandaría una inversión de 5.000 millones de dólares se podría exportar unos 20 MM3 diarios por barco al mercado asiático.

–De cara al futuro, el país necesita construir credibilidad para que Vaca Muerta pueda desarrollar todo su potencial. Junto con eso, se deben eliminar los subsidios que actualmente reciben las productoras. Más allá de 2021, no hay ninguna justificación para mantener esos subsidios.

–Además, el riesgo país debe retroceder a 300/400 puntos porque de lo contrario no habrá chances de crecer.

–Si se dan las condiciones y se masifica el desarrollo de Vaca Muerta, se puede alcanzar un costo de producción muy competitivo para poder exportar de 3/3,50 dólares por MBTU.

Por su parte, el vicepresidente de IAE, Gerardo Rabinovich consideró que la clave para el desarrollo de Vaca Muerta no pasa por el gas, sino por el petróleo.

Destacó que “el futuro de Vaca Muerta debe girar en torno al petróleo. Y el gas debe apuntar a atender la demanda del mercado local y regional”.

Según la visión de Rabinovich, “el gas no convencional encuentra barreras muy altas para su desarrollo en el mercado internacional”.

Resaltó que “el principal escollo que enfrenta el gas de Vaca Muerta para cerrar contratos de exportación a largo plazo es que los operadores tienen que certificar que existen recursos probados para los próximos 20 años.

“En cambio, el crudo se transa libremente en los mercados internacionales, no requiere de contratos de largo plazo y no necesita inversiones elevadas para asegurar su transporte y exportación”, sostuvo el especialista del IAE.

Share