Por Alexis Di Capo.-

La seguidilla de accidentes fatales que involucran a los ómnibus de doble piso ha vuelto a poner en la mira al ministro de Transporte, el massista y ex intendente de Junín, Mario Meoni.

En los últimos 70 días, los micros de doble piso que reinan en los servicios de larga distancia fueron protagonistas centrales de cuatro accidentes graves.

El 28 de noviembre pasado un micro de dos pisos, que trasladaba a 10 adultos y 43 alumnos de un colegio de Benavídez rumbo a San Clemente del Tuyú en viaje de egresados, volcó en el kilómetro 141 de la ruta 2 y dos niñas perdieron la vida.

Un mes después, otra unidad de doble piso se salió de la calzada y volcó a la vera de la autovía 2, en las inmediaciones de Vivoratá. Más de la mitad de los 56 ocupantes sufrieron heridas y dos menores de edad terminaron en terapia intensiva con graves lesiones.

El 31 de enero, dos adultos y tres niñas fallecieron tras un choque ocurrido en la ruta de las Altas Cumbres de Córdoba entre un automóvil y un micro de doble piso.

Y esta semana, dos personas perdieron la vida y más de 10 sufrieron heridas graves luego de que otro ómnibus de doble piso volcara en el kilómetro 93 de la autovía 2.

Luego de este accidente, Meoni salió a anunciar la adopción de una serie de medidas para evaluar y determinar si los ómnibus de doble piso son aptos para las rutas nacionales.

–Le solicitó al Secretario de Gestión de Transporte que inicie “un procedimiento tendiente a determinar la conveniencia, perjuicios, riesgos y viabilidad de las unidades de ómnibus doble piso destinadas al transporte automotor de pasajeros”. En dos meses, esa dependencia deberá emitir un informe con las medidas recomendadas para determinar la continuidad o no de los micros de doble piso

–Promovió la creación de una “Comisión de Evaluación de Jornada de Trabajo del Servicio de Transporte Automotor de Pasajeros”. Esa comisión -integrada por representantes de la cartera laboral, la Superintendencia de Riesgo del Trabajo y la CNRT- tendrá un año de plazo para analizar las condiciones en que desempeñan sus tareas los choferes y recomendar las modificaciones que consideren necesarias.

–Y por último, le encomendó a la CNRT -el ente regulador del transporte- que presente una propuesta para implementar nuevos “sistemas de controles tecnológicos de la jornada de trabajo y de las postas de relevos para reemplazar los actuales mecanismos de control”.

Las acciones difundidas por el ministro son prácticamente las mismas que había prometido a principios de año y que hasta el reciente accidente no había puesto en marcha.

Más allá del relato proactivo que salió a mostrar, los anuncios y las promesas de Meoni no han podido ocultar la creciente incapacidad de gestión y las desprolijidades operativas que se observan en su cartera ministerial.

En primer lugar, lo que más llamó la atención es el hecho de que a la hora de identificar las causas de los accidentes fatales pusiera el foco principal en las condiciones técnicas de los micros y en el rol de las empresas, dejando prácticamente de lado la responsabilidad que les cabe a los choferes.

Esa mirada sesgada se explicaría por el papel relevante que tiene en el ministerio el Jefe de Gabinete de Asesores, Abel De Manuele, el histórico representante legal del gremio de la UTA que Meoni llevó al Gobierno como uno de sus principales colaboradores.

En segundo lugar, no se entiende cómo y porqué a casi dos meses de haber asumido al frente del ministerio, la conducción de la CNRT continúa acéfala.

Si bien el elegido para conducir la CNRT es el ex concejal massista de La Plata, José Arteaga -que al igual que todos los responsables de las empresas y entes que dependen del ministerio no cuenta con antecedentes y experiencia en cuestiones vinculadas con los medios de transporte-, todavía no ha sido nombrado como corresponde de manera oficial.

Pese a que su designación sigue sin aparecer en el Boletín Oficial, Arteaga ya ocupa el sillón del titular de la CNRT y firma resoluciones que para muchos son de dudosa legalidad.

Y en tercer lugar, otro dato que ha generado ruido es el referido a la decisión de dejar la evaluación y recomendación final sobre el destino de los doble piso en la órbita de la Secretaría de Gestión del Transporte (SGT) en lugar asignarle esas tareas a la Secretaría de Planificación (SP) que tiene entre sus principales objetivos y funciones el abordaje y tratamiento de esa cuestión.

La SGT está en manos del ex intendente de Alta Gracia, Walter Saieg. Y por alguna razón que hasta ahora Meoni no ha explicado, el titular de la Secretaría de Planificación todavía no ha sido nombrado oficialmente.

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