Por Antonio Rossi.-

Al cabo de los primeros 13 meses de la administración macrista, los entes reguladores del sector gasífero (Enargas) y del área eléctrica (ENRE) siguen con sus procesos de normalización inconclusos y con un registro de gastos crecientes que parecen no tener en cuenta la pauta inflacionaria del 17% prevista en el Presupuesto Nacional.

Los presupuestos para 2017 de los dos organismos de control del negocio energético contemplan subas del 34% al 44% con respecto a las previsiones iniciales de 2016 y ascienden a un total de 1.250 millones de pesos.

Esto significa que el funcionamiento de los dos entes implicará un gasto diario de 3,4 millones de pesos que, si bien inicialmente será cubierto por las prestadoras de los servicios, al final del camino terminará recayendo en las tarifas que abonan los usuarios.

En el caso del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), el presupuesto aprobado para este año trepa a 779 millones de pesos, con un primer anticipo que deberán depositar las distribuidoras y transportadoras de gas la próxima semana de 195 millones de pesos.

A principios de 2016, el ente había aprobado un presupuesto inicial de 539 millones de pesos, con una primera cuota de la “tasa de fiscalización y control” de 135 millones de pesos.

Pero unos días antes de Navidad, la intervención del organismo que encabeza el ex titular de Metrogas, David Tezanos autorizó una ampliación presupuestaria por 102 millones de pesos que elevó el nivel de gastos anual a 641 millones de pesos.

En tanto, los números del ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) muestran un salto del 34.6% entre los gastos de 2016 y los previstos para este año.

El presupuesto del año pasado fue de 349 millones de pesos, mientras que el aprobado para 2017 trepa a 470 millones de pesos.

En lo que respecta a la normalización institucional de los entes que durante la gestión kirchnerista se habían subordinados por completo a las órdenes del ex ministerio de Planificación de Julio De Vido, el gobierno macrista no ha logrado avanzar todo lo que había prometido y se esperaba en el sector.

En el caso del Enargas, si bien llevó adelante una selección de sus autoridades por concursos públicos y abiertos, aún no pudo conseguir que asuman los nuevos miembros del directorio.

El problema que impide el arribo de los profesionales que fueron elegidos por sus antecedentes y conocimientos técnicos y académicos ha sido la sorpresiva decisión que tomó Marcelo Figueroa que había sido designado nuevo presidente.

Figueroa — ex Director de Operaciones de Metrogas y ex gerente de British Gas Argentina–dejó “plantados” al presidente Mauricio Macri y al ministro de Energía, Juan José Aranguren al no aceptar la conducción del ente para seguir su carrera profesional en el mundo árabe.

Esa deserción dejó al Gobierno descolocado y sin tener en claro cómo debe proceder para cubrir el cargo que ha quedado vacante.

Una opción sería convocar a un nuevo llamado a concurso para elegir al presidente del ente. Otra variante es que el Poder Ejecutivo designe en forma directa a alguno de los profesionales que integraron las ternas armadas para cubrir los cargos de presidente y vice del Enargas.

Hasta ahora, los que están confirmados para ingresar al nuevo directorio del ente cuando se resuelva el tema del presidente son: Daniel Perrone (actual subinterventor del ente y ex gerente de TGS), Carlos Casares (proveniente del grupo Techint), Diego Guichón (académico de la UBA) y Griselda Lambertini (licenciada en Ciencias Políticas y abogada del estudio Freire y Asociados).

En tanto, por el lado del ENRE, el concurso para designar a tres de los cinco integrantes del directorio viene a paso lento y hasta marzo no se esperan definiciones sobre quienes serían los elegidos.

Mientras tanto, las riendas del organismo seguirán en manos de Ricardo Martínez Leone, el ex titular de la empresa eléctrica de Chaco y hombre confianza del ex Jefe de Gabinete, Jorge Milton Capitanich.

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