Por Antonio Rossi.-

Tras el escaso entusiasmo que cosechó entre las grandes empresas y fondos de inversión de EEUU y Europa para que vengan al país a ejecutar y financiar obras de infraestructura por medio del programa PPP; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich se encamina a sumar un nuevo traspié con la concesión de la terminal de ómnibus de Retiro.

El titular de Transporte recibió en los últimos días un informe técnico oficial que echa por tierra los planes y deseos iniciales de cambio que tenía para la principal estación de ómnibus de larga distancia del país.

La “comisión evaluadora de las ofertas” que se presentaron en la licitación para quedarse con la explotación de la terminal hasta 2052 concluyó que la mejor de las cuatro propuestas en juego es la correspondiente a Terminales Terrestres Argentina (TTA), la sociedad que controla el polémico empresario Néstor Otero, quien fue condenado por la Justicia por haberle pagado dádivas al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime.

Según los funcionarios del ministerio y de la CNRT (Comisión Nacional Reguladora del Transporte) que integran la comisión evaluadora, la oferta de TTA superó ampliamente por puntos y solidez técnica y económica a las restantes que habían presentado la firma Indhal y las UTE Teximco-Terminal Pacheco y TH Services-Cusmely S.A.

Más allá de ofrecer un mayor nivel de inversiones y servicios, los puntos más destacados de la oferta de TTA han sido los acuerdos societarios que presentó con Microsoft para instalar un moderno sistema de control pasajeros y encomiendas y con el grupo Howard Johnson para construir un hotel de cuatro estrellas en las adyacencias de la terminal.

El gran problema de esta licitación es que Dietrich -algunos sostienen que por indicación expresa del presidente Mauricio Macri- no quiere otorgarle el cetro de triunfador de la concesión de Retiro por 35 años al cuestionado Otero.

Para el ministro reconocer que la empresa de Otero es la nueva operadora de la terminal implicaría un fuerte costo político y un duro golpe a su “autopromocionada capacidad de gestión y eficiencia”.

Tras asumir a fines de diciembre en 2015, Dietrich había puntualizado que entre los principales objetivos de su administración estaba el cambio del operador privado de la terminal de ómnibus de Retiro, cuya concesión está desde 2005 bajo el control de Néstor Otero.

Si ahora decide no reconocer el resultado de esta licitación -que es la segunda realizada en el año-, el ministro deberá dar la cara y explicar los motivos de esa decisión.

Pero, por más que logre justificar el nuevo fracaso licitatorio, Dietrich tendrá por delante un desafío mayor que pasa por el futuro de la terminal y las urgentes obras de mejoras y ampliación que requiere para revertir los pésimos y deficitarios servicios que ofrece actualmente a los pasajeros y usuarios.

A principios de año, Dietrich ya había abortado el primer proceso licitatorio en el que también se perfilaba como clara ganadora la empresa de Otero.

Esa fallida licitación de Retiro había arrancado a principios de febrero y tenía como fecha de apertura de ofertas el 6 de abril. Unos días antes de esa fecha y ante la falta de oferentes, Dietrich prorrogó la recepción de las propuestas económicas hasta el 23 de mayo. Llegada esa fecha, el ministerio estableció una nueva prórroga hasta el 13 de junio.

Pero al ver que la única interesada que iba presentar oferta era la sociedad de Otero, la cartera de Transporte decidió darle de baja a la licitación y convocar a una nueva con varios cambios en las reglas de juego.

Para la nueva convocatoria efectuada al inicio del segundo semestre, se incluyeron tres modificaciones relevantes:

–Ampliación del plazo inicial de la concesión de 2037 hasta el año 2052.

–Se flexibilizó el plan de obras obligatorias para que los oferentes coticen los montos a invertir en los primeros dos años en un programa de mejoras y puesta a nuevo de todas las instalaciones y la señalética.

–Un nuevo sistema de evaluación de las ofertas que le dio al sobre 1 (Antecedentes Empresariales, Capacidad Económica-Financiera y Propuesta Técnico-Empresarial) una incidencia del 60 % en el puntaje final y al sobre 2 (propuesta de canon mensual más inversiones comprometidas), un 40%.

Pese a esos cambios y la búsqueda de otros oferentes que hicieron los funcionarios, la empresa de Otero hizo valer su experiencia y conocimiento para posicionarse otra vez en el primer lugar para desgracia de Dietrich.

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