Por Carlos Tórtora.-

Tal como era de esperarse, en la oposición ya hay quienes ponen la lupa sobre la letra chica del pasado de Guido Sandleris, que fue designado presidente del Banco Central en comisión tal cual lo permite el artículo 7° de la ley 24144.

Patrimonialmente, Sandleris, en su declaración jurada del año pasado ante la Oficina Anticorrupción, mantenía una cuenta corriente en los Estados Unidos por $ 2.239.164. Así también, declaró el 50% de dos departamentos en Capital Federal, uno de 250 metros cuadrados y otro de 60 metros cuadrados.

Pero el punto conflictivo es que en el 2016 poseía acciones de BBVA Banco Francés y Banco Galicia por $ 85.652 y $ 667.575 respectivamente, así como bonos y títulos públicos por más de $ 200.000. Un primer análisis de esto nos indica que el funcionario estaría incurriendo -si estas tenencias accionarias son actuales- en una de las incompatibilidades que establece el artículo 8° de la ley 24144, que en su inciso b se refiere a los accionistas entre los que “no podrán desempeñarse como miembros del Directorio”.

Con final abierto

Al ser designado en comisión, Sandleris tiene pendiente el tratamiento de su acuerdo por el Senado. Tal como dice la normativa, “el Poder Ejecutivo Nacional podrá realizar nombramientos en comisión durante el tiempo que insuma el otorgamiento del acuerdo del Senado de la Nación.”

En otras palabras, que podría resultar que el flamante presidente del BCRA haya asumido incurriendo en una incompatibilidad legal.

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