Por Guillermo Cherashny.-

La mayoría de los analistas políticos concluyen que el Dr. Luis Scervino, el ex superintendente de salud, fue echado por el presidente por un acto de autoridad después de la marcha de los sindicatos a Plaza de Mayo.

En realidad, Scervino es un médico vinculado al sindicalista José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias, y también relacionado con el empresario Claudio Bolocopitt, quien lo impulso en una acción destinada a intervenir a la prepaga OSDE para beneficiar a Swiss Medical, propiedad del polémico empresario que compró la parte del canal América que pertenecía a Francisco de Narváez.

Inicialmente fue apoyado por Mario Quintana, subjefe de gabinete y dueño de Farmacity, pero como Carlos Balbín, el ex Procurador del Tesoro, aconsejó que intervenir a OSDE costaría una fortuna en juicios, finalmente Marcos Peña, en una actitud sensata, decidió que Scervino debía abandonar el cargo ante una inminente citación judicial del juez Martínez de Giorgi y además, para Jorge Triaca, el ministro de trabajo, el ex superintendente de salud beneficiaba con subsidios a gremialistas enemigos del gobierno, por lo cual Sandro Taricco, el nuevo superintendente, ya había intervenido de hecho el organismo y ahora se legalizó esa situación echando a Scervino, a quien le vino bien para victimizarse por su vinculación a la marcha sindical.

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