Por Guillermo Cherashny.-

La nueva conducción de la AFI (ex SIDE), integrada por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, se puede anotar un punto importante poniendo al descubierto las maniobras de Cristina para sacarse de encima a Claudio Bonadío y Alberto Nisman. A fines de 2014 y principios de 2015, escribimos en este medio que la presidente lo echó de la ex SIDE a Francisco Larcher porque le habría ordenado, sin decirlo claramente, que “le sacara de encima a Bonadío”. Y quien acude a un servicio de inteligencia para que un juez no la moleste más no está pensando en una recusación, cosa que sí hizo el abogado de la familia Kirchner Carlos Beraldi, quien logró que lo desplazaran de la causa meses después, en junio. En la espinosa conversación antes comentada, Larcher pidió más precisiones y CFK le dijo: “sabés lo que tenés que hacer”. “Ponémelo por escrito”, le contestó Larcher. Entonces la presidente lo expulsó del organismo junto a Jaime Stiuso, quien fue confidente de Larcher junto a Luis Massino, otro director de la ex SIDE.

Hacia un final grave para Cristina

Como CFK no pudo lograr su objetivo, se conformó con castigar así a sus díscolos subordinados. Y apareció entonces el “cisne negro”, el fiscal Alberto Nisman, que acusó a la presidente de encubrimiento agravado por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, que limitaba la actuación de la justicia argentina. El domingo 18 de enero a la noche se descubrió la muerte de Nisman y el sentido común indicaba que lo asesinaron, más aún tomando en cuenta el intento de CFK de sacarse de encima a Bonadío. Pero el encubrimiento se agravó cuando apareció Sergio Berni y se hizo cargo de la causa la fiscal Viviana Fein, que a las pocas horas coincidió temerariamente con Berni en decir que se había suicidado. Pero la acción de su ex, la Jueza Federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, con su perito de parte Julio Raffo, apuntó a que fue un homicidio y que ocurrió en la noche del sábado 17 o en las primeras horas del domingo 18. Pero el encubrimiento siguió con la Procuradora Alejandra Gils Carbó dándole órdenes a Viviana Fein, que se empecinó con el suicidio para satisfacer al poder. Por su parte, la Jueza Fabiana Palmaghini, de buena reputación, sorpresivamente le hizo el juego a Fein, porque su mentor, el camarista Mario Fiolosof, también optó por el encubrimiento.

Con el cambio de gobierno, los abogados de la querella pidieron el cambio de fuero, por considerarlo un magnicidio que debía investigar la Justicia Federal. Si se aprueba la figura del arrepentido en el Código Penal, en el futuro Francisco Larcher podrá declarar la verdad sin consecuencias penales y así Majdalani, la nueva señora 8, completaría una maniobra que será la mejor noticia que podrán recibir Macri y el nuevo jefe de inteligencia Arribas.

Share