Por Iván Velázquez.-

Como anticipó Adelanto 24, se consolidan las acciones para destruir Inteligencia Militar ante la segura salida del delfín del ex jefe del Ejército.

El Gobierno prepara un fuerte recorte de recursos para Inteligencia Militar. De los $ 1.086 millones asignados este año se pasará un presupuesto anual de $ 200 millones para 2017.

El cuadro proyectado por el equipo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, que ya está siendo analizado por Dirección General de Presupuesto del Ministerio de Defensa implica la paralización de la planta de personal civil de inteligencia (PCI) que revista al Ejército. Según publicó el diario Ámbito Financiero, tanto el organismo de inteligencia del Ejército como la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar tienen 0 (cero) asignado.

Pero como es habitual en estos casos, las excepciones nunca faltan. Y tienen nombre, apellido y jefe: César Milani. Se trata de los PCI que fueron incorporados y confirmados entre 2015 y 2016, como reveló Adelanto 24 y ratificó la Casa de Gobierno con la publicación del informe “El estado del Estado”, en el que informó -por ejemplo- que durante la gestión del socio de Guillermo Moreno “el personal civil de Inteligencia Militar se multiplicó por cuatro”.

El principal señalado por este “logro” del milanismo es el Director General de Inteligencia, José Eduardo Arce, que en un ruidoso silencio viene desmontando territorio mientras aguarda por su segura salida.

No es un dato menor que la operación de apoyo en la lucha contra el narcotráfico, ya con fecha de sesión al Cuerpo de Alistamiento, haya quedado fuera del control de Inteligencia.

Mientras que las unidades del área fueron desvinculadas del sistema y trasladadas a Brigadas. “El único sector de las Fuerzas Armadas que funciona y opera se extingue. Milani lo pensó, Arce lo hizo”, sintetizó una fuente castrense.

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