Por Hugo Morales.-

El neuquino Omar Gutiérrez creyó ver coronada la luz a sus esfuerzos y devaneos en Nueva York cuando sobre el fin de semana alcanzó un acuerdo con inversores extranjeros para que Neuquén reciba 235 millones de dólares del mercado financiero de capitales extranjeros a través de una exitosa operación en la que intervinieron dos bancos multinacionales como el Deutsche Bank (alemán) y el J.P. Morgan (norteamericano), más la asistencia de tres viejos conocidos en la plaza local: Puente Hermanos, Banco Macro y Galicia. Claro que ninguno de ellos, siquiera reveló -como corresponde al secreto mundo de las comisiones financieras- el costo de sus labores. La operación le va a permitir al Gobernador patagónico -un amigo del presidente Macri en clara contraposición con su antecesor y mentor, Jorge Sapag, que fatigó pasillos en pos de Cristina Fernández de Kirchner e hizo de su gestión un alineamiento estratégico con los K, sin precedentes en la provincia- ordenar las desquiciadas cuentas financieras de un territorio rico en recursos naturales, especialmente petróleo y gas, pero sin explotar a full, todavía.

Es más, hoy pende sobre Neuquén como una espada de Damocles que amenaza con herir fiera y tempranamente a la gestión de Gutiérrez, una posibilidad de despidos en la industria petrolera que pone al borde de la lucha callejera a uno de los gremios más fuertes y consolidados de la Patagonia: el que representa a los trabajadores privados del sector que gira bajo la tutela del senador y gremialista -numero 2 de Hugo Moyano- Guillermo Pereyra, quien ha prometido pelea y se prepara para una preocupante movilización por las calles neuquinas para el próximo viernes 13. Extrañamente, a Pereyra no se lo vio el pasado lunes 2 en Loma de la Lata cuando otro amigo del presidente y del gobernador -el empresario Marcelo Mindlin- no ahorró gastos para invitar a la vicepresidente, Gabriela Michetti, a la puesta en marcha de una nueva turbina que funciona en esa central que administra Pampa Energía por la que invirtió un poco más de mil millones de pesos. La ausencia de Pereyra se enmarca en la dura posición del senador con respeto al gobierno macrista y su defensa a ultranza de los intereses de los trabajadores de su gremio, pero también de los afiliados a las otras centrales obreras. El MPN repite acá aquella fórmula política que le dio tantas satisfacciones en el pasado: un senador con el peronismo (Elías Sapag) y un gobernador con el radicalismo de Raúl Alfonsín (Felipe Sapag).

En el medio de estas festividades que traen alivio a una gestión provincial sacudida por conflictos gremiales desmesurados, se conoció una noticia, que no favorece la imagen de austeridad que Gutiérrez trata de imprimirle a su gestión, en base a trabajo y contención del gasto. Si bien se trata de un episodio de índole privada, el hecho de que provenga del riñón del ex gobernador Jorge Sobisch, vuelve a levantar el manto de sospechas que recayeron y aún perduran sobre importantes áreas de ese gobierno provincial, del cual, el actual se ha nutrido de importantes cuadros de primerísima línea. El ex secretario general, hombre fuerte de la Gobernación durante el mandato sobischista, y sobrino del ex mandatario, ha vuelto a irritar a la sociedad con un anuncio provocativo para la época de vacas flacas que soporta Neuquén. El inefable Rodrigo Salvadó anticipó suelto de cuerpo, al mejor estilo de un capo mafia, que cerrará la villa turística y centro de esquí de Caviahue con 1.500 plazas de alojamiento para celebrar su casamiento entre el 6 y 10 de agosto próximo, en plena temporada estival alta con nieve hasta la entrada de los edificios que la convierte en la mejor postal invernal de la Cordillera neuquina. Obvio sería señalar que esta excentricidad y publicidad en nada favorecerán al propio Sobisch y salpicarán a Gutiérrez, quien proviene -políticamente- de esa gestión.

Sin duda que esta mancha en imagen deberá ser borrada con explicaciones claras especialmente cuando se trata de traer inversores a la Argentina y que estas fastuosidades sólo forman parte de recoletos pero cerrados lugares internacionales. Gutiérrez estará desde este lunes 9 de mayo en el Council of América, el BID y el Banco Mundial, pero el plato fuerte será el jueves cuando en la petrolera Houston insista con las bondades y posibilidades de Vaca Muerta, junto al ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, vapuleado hoy por su vinculación con la multinacional Shell. Los dueños de las petroleras más importantes y sus principales gerentes que asistirán a estas promesas de los funcionarios argentinos medirán hasta donde la Argentina está dejando atrás un pasado de oscurantismo y negocios turbios del Estado. La difusión que se le haga al “Caso Salvadó” seguramente no contribuirá a cambiar esa imagen implantada por el kirchnerismo. Aunque es cierto que tales inversores mirarán, primero, los números de una Provincia que tiene abundante Gas y Petróleo no convencional y que su CV está galardonado por cumplir a rajatabla sus deudas financieras con los acreedores externos aunque en el plano local ponga en el límite del quebranto a cientos de pequeños y medianos proveedores del Estado. Para esos hombres de negocios la fastuosidad casamentera es una excentricidad más de los argentinos, en este caso neuquino, que se enriquecen en el Gobierno.

En ese marco, Gutiérrez ha conseguido un claro triunfo. Vuelve con serias expectativas de financiamiento. “ Quiero ser claro, el TICADE es para cancelar deudas, no son fondos aplicables a aumentos salariales, obra pública. Permite ir limpiando, garantizando pago de vencimientos y horizonte de deuda financiera. Se hacen dos operaciones. La primera operación ha sido exitosa, la colocación del bono. Se ha visto la onda positiva con Argentina y Neuquén en especial. Ahora se hará un canje de bonos, con los que están en circulación, con el TICAF. Es primera vez que se logra colocar un bono a 12 años de plazo. Ahora se hace una nueva emisión, una ampliación para canjear, hasta 158 millones de dólares, para refinanciar lo que está en circulación. Los tenedores los van a poder traer hasta el jueves de la semana que viene, y los van a poder canjear. Esto alivia la carga financiera, mejora el perfil de deuda financiera que tiene la provincia”, le dijo a un periodista local. Aunque claro, como todo hombre de la Economía, no se confía: espera que se consolide un aumento de la coparticipación nacional y con ello atender las demandas de los municipios provinciales, cuya mayoría -con excepción de unos pocos como Neuquén capital, gobernada por el macrista Horacio Quiroga- están en quebranto. También para esos hombres y mujeres de la política, muchos provienen del sobischismo, el marco del casamiento de Salvadó, es una obscenidad.

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