Por Hugo Morales.-Neuquén (Corresponsal).- Kirchneristas y macristas, en una insólita alianza local, se impusieron en las elecciones municipales que se desarrollaron en esta provincia y relegaron a los candidatos locales del gobernante Movimiento Popular Neuquino (MPN), cuyo gobernador actual, Jorge Sapag, apoya al candidato presidencial Daniel Scioli al punto que su nombre se tira como seguro futuro ministro de Energía nacional si el bonaerense gana las presidenciales el próximo domingo 25 de este mes. El MPN ya tiene asegurada la gobernación por otros 4 años al haber ganado las elecciones provinciales del pasado 26 de abril, cuando se eligió al actual ministro de Economía, Omar Gutiérrez, aunque para las presidenciales venideras aún no definió su postura, en una táctica habitual del partido provincial que fundaron los hermanos Felipe y Elías Sapag hace más de 50 años.

En las elecciones de anteayer en la ciudad de Neuquén, Gutiérrez aparece como uno de los derrotados, al haber impulsado la candidatura de un novel saxofonista que preside la Fundación del Banco de la Provincia (BPN), que fuera resistido por un sector importante de la militancia emepenista y en desmedro de otras candidatos con mejores posibilidades, como la actual vicegobernadora Ana Pechen o la ministra de Educación y Gobierno, Zulma Reina. Pablo Bongiovanni no pudo destronar al actual intendente de la capital Horacio Quiroga, que logró su cuarta reelección al frente del municipio neuquino, el más importante de la Patagonia y quien, paradójicamente, fuera derrotada en las elecciones para gobernador por el propio Gutiérrez bajo el manto protector de Sapag, convertido en el gran elector provincial.

Quiroga se identifica actualmente con Mauricio Macri al punto que sus principales aliados pertenecen al PRO y uno de ellos, Leandro López será el candidato a diputado nacional por el partido que orienta a nivel nacional el jefe porteño. Macri se excusó de estar en la noche del domingo en Neuquén por sus compromisos ante el debate de los candidatos presidenciales que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires. Pero no es este el único antecedente político del intendente neuquino. Nacido a la vida política desde el radicalismo alfonsinista recorrió después varias capillas de ese tradicional partido hasta ser uno de los principales operadores de la alianza de Julio Cobos con Néstor Kirchner al punto que fue su subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería.

Sin embargo, la ruptura del mendocino con el santacruceño por la resolución 125 del Campo alejó a Quiroga del calor kirchnerista y su enfrentamiento con el actual director de la Agencia de Inteligencia, Oscar Parrilli lo llevó a adoptar una dura política anti K. Quiroga expresa en Neuquén el sector más intransigente contra la política del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, todo lo contrario a la estrategia desplegada por Sapag. Sin embargo, mas allá de la pirotecnia verbal exacerbada por las elecciones, Sapag y Quiroga se necesitan mutuamente y existe un pacto tácito de convivencia política para mantener la gobernabilidad de una provincia, altamente conflictiva por la incorporación del tremendo negocio petrolero en las variables locales, no sólo de la política sino de la vida económica y social.

Pero a pesar de esta posición de enfrentamiento con el kirchnerismo nacional, Quiroga no vaciló en hacer una alianza con el otro ganador de las municipales de ayer, pero esta vez, en la petrolera ciudad de Cutral Có, situada al lado de Plaza Huincul, verdadero símbolo de la estatal YPF. Ramón Ríoseco que deviene a la vida política del piqueterismo de los 90, fue candidato a gobernador por el Frente para la Victoria (FpV) de la mano de Parrilli, pero ahora no vaciló -ante la aprobación del mismo Señor 5 de Cristina y mandamás del PJ local, en aliarse con Quiroga ante la urticaria que dicha acción provocó en los sectores ultras del kirchnerismo local y en los conservadores del PJ como el intendente de Centenario, que no vacilaron en arrojarle al rostro duros y gruesos epítetos. Sin embargo, Ríoseco y Quiroga explican esta extraña entente como una alianza para disputarle el poder al MPN en el 2019. Como prueba de ensayo, las elecciones municipales del pasado domingo, fueron el primer ensayo.

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