Por Hugo Morales.-

San Martín de los Andes (Especial).-La instalación de un monumento al Pañuelo Blanco de las Madres de Plaza de Mayo se ha convertido en un tema de fuerte discusión en el Concejo Deliberante de San Martín de los Andes y motivado al actual intendente emepenista Carlos Saloniti a definirse en favor de la postura que en su momento esgrimió el presidente Alberto Fernández coincidente con las Madres de Plaza de Mayo que propugnan para que se instale en la principal plaza que tiene la ciudad y no en un paseo de la Memoria que recuerda al militante juvenil peronista, Rodolfo “Fito” Teberna. Pero el debate vas más allá de una discusión ideológica sino que marca el nacimiento de una nueva figura y corriente interna del partido que gobierna la provincia desde hace más de 50 años.

Rechazar la petición de Las Madres posición había ganado adeptos en el cuerpo legislativo municipal integrado por 3 concejales del MPN, 4 del Frente de Todos y otros 4 de Cambiemos aunque la irrupción política del intendente inclinará al proyecto hacia lo que pretenden las Madres de Plaza de Mayo, especialmente después de la reunión que mantuvo con la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto que asiste en esta ciudad a la filmación de una película sobre la historia de esa organización de Derechos Humanos. Saloniti cuenta hoy con una adhesión política superior al 50 por ciento y el apoyo total del propio gobernador de la Provincia y principal elector, Omar Gutiérrez.

La discusión proviene desde hace algunos años cuando el Concejo Deliberante se dividió en favor de una u otra postura y de mantenerse este criterio es probable que el Monumento que consiste en una escultura de 1,5 x 1 metro no sea instalada en ningún espacio público. La definición de Las Madres de que sea colocado en la principal plaza de la ciudad que ya se encuentra dibujada con cientos de pañuelos en homenaje a los desaparecidos durante la dictadura militar, impulsó al intendente a tomar partido e inclinarse para darle la razón a Las Madres avalado por los dichos del Presidente pero también en relación a la política que en ese sentido mantiene con el gobernador Gutiérrez, quien en ese punto mantuvo distancias con el macrismo

La escultura, que representa un pañuelo blanco -emblema de Abuelas-, fue construida en 2011 a partir de un concurso abierto que convocó la secretaría de Cultura Municipal con el propósito de ser instalada en la plaza San Martín, punto de encuentro donde hace 30 años se realizan las rondas de los jueves. Pero la marcha en homenaje a los desaparecidos en la última dictadura militar debió trasladarse a las inmediaciones del Paseo de la Memoria, ya que en 2017 comenzaron las obras de remodelación.

La discusión política atravesó la línea de partidos y concejales de uno u otro bloque coinciden o se enfrentan entre sí. Ejemplo de ello es la negativa del presidente del CD, Sergio Winkelman, también del MPN y el apoyo que obtuvo el intendente de parte del concejal kirchnerista Martín Rodríguez. El edil que se reporta al diputado nacional Darío Martínez sostuvo que «Los debates que hay en la sociedad no pueden poner entre paréntesis las decisiones que el Estado argentino han ido tomando en esta materia: es política de Estado la Memoria, la Verdad y la Justicia”.

En paralelo desde la organización Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora se dijo que se va a “a exigir el cumplimiento de los acuerdos escritos, la puesta en valor del trabajo del artista y el emblema de lucha y constancia que se materializa en el PAÑUELO. Es por esto que pedimos a la ciudadanía de San Martín de los Andes apoyo porque como decimos cada 24 de Marzo MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA se construyen entre todxs”. Y de inmediato pidieron que se revea la decisión de no instalarlo en la Plaza San Martín y por ello la definición del Intendente durante la apertura de sesiones del Concejo Deliberante.

Pero la decisión va más allá de zanjar en una cuestión pueblerina sino que marca el nacimiento de una corriente de pensamiento provincial que comienza a surgir en el MPN –partido hegemónico en Neuquén- a partir de la aparición de figuras jóvenes que empiezan a abroquelarse en torno al liderazgo de Gutiérrez, presidente del partido y creador de una generación de dirigentes partidarios entre 40/50 años, especialmente en una cerrada organización política que se caracterizó por tener grandes caudillos con una conducción esencialmente vertical: Los hermanos Elías y Felipe Sapag, Pedro Salvatori, Jorge Sobisch y Jorge Sapag.

Precisamente la formación política de Saloniti no escapa a esa impronta. El jefe comunal se forjó al amparo de la legendaria ex intendente de San Martín de los Andes y ex senadora nacional, Luz Sapag, quien falleció trágicamente en un accidente de tránsito en el ejercicio de sus funciones y quien no pudo superar la muerte de dos sobrinos -hijos de Felipe- por parte de los militares. Estas desapariciones marcaron fuertemente a la familia Sapag y Saloniti no pudo escapar a ese destino trágico. Luz Sapag tuvo una cercanía política muy importante con Cristina Fernández de Kirchner durante el paso de la neuquina por el Senado de la Nación y Saloniti fue su principal asesor.

Por eso esta definición en favor de Las Madres. Pero también sobrelleva una clara intención de horizontalizar a la política provincial. El próximo turno 2023/2027 encontrará a un MPN carente de figuras de renombre ya que Gutiérrez no podrá postularse por impedimento constitucional y el resto de los nombrados, incluido el ex senador Guillermo Pereyra, por cuestiones biológicas. El histórico partido provincial -el único que sobrevivió a la ola del neoperonismo del Interior surgido después de 1955- busca hoy en día renovar no solo cuadros sino estilos y métodos políticos para sobrevivir en una provincia que se transforma aceleradamente bajo la impronta de sus recursos naturales, especialmente Petróleo y Gas.

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