Por Hugo Morales.-

Neuquén, ese territorio bendecido por el maná petrolero y gasífero con uno de los yacimientos más importantes del mundo como es Vaca Muerta tiene desde este domingo un monocolor político como no existe en otras provincias del país. Si bien es cierto que desde 1963 enseñoreado en el Poder se encuentra el Movimiento Popular Neuquino (MPN), un neoperonismo que supo alternar con las distintas variantes que se asentaron en la Casa Rosada, incluidos los militares, y que le permitió gobernar ese territorio sin alternancias, hoy resume la suma del poder político territorial al haber ganado las elecciones en la capital provincial, la más importante ciudad de La Patagonia y principal proveedora de todo tipo de insumos y servicios a las poderosas multinacionales y su personal que se están asentado en Vaca Muerta donde ya hay invertidos unos U$S 27.000 millones en los últimos 12 años.

El triunfo del emepenista Mariano Gaido para intendente de Neuquén capital por más de 10 puntos sobre el representante macrista de paladar negro, Marcelo Bermúdez, le permite a partir del 10 de diciembre a la formación provincial tener el control directo sobre los municipios más importantes, como son la mencionada ciudad capital, Centenario, Zapala y San Martín de los Andes conformando una “línea maginot” muy difícil de quebrar por las fuerzas opositoras, especialmente Cambiemos de Mauricio Macri y el Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, cuyo representante más directo Oscar Parrilli, jefe de la AFI (ex SIDE) ganó las últimas PASO para senador. En el peronismo-kirchnerismo solo muestran cierto control territorial los hermanos José y Ramón Rio Seco que mandan en la municipalidad de Cutral Co. El resto son del MPN o juegan para el partido provincial como es el caso de Plottier del intendente Andrés Peressini.

A su vez, con la derrota de ayer, Cambiemos se despide de un importante protagonismo futuro y demuestra como desde Buenos Aires, las miradas políticas suelen extraviarse. Alucinados por los millones de Vaca Muerta, tanto Mauricio Macri como sus hombres más cercanos -por caso Rogelio Frigerio- descuidaron a su propia tropa y se ocuparon de halagar al gobernador Omar Gutiérrez, quien hoy aparece como el verdadero ganador de la contienda electoral de este domingo. El más importante referente del macrismo como es el intendente de Neuquén, Horacio Quiroga, fue ninguneado por el Poder Central al punto que motivo una fuerte reacción subterránea de este ex radical que supo calar hondo en otros pliegues nacionales del legendario partido, especialmente en Córdoba.

Es importante tener en cuenta este punto porque el candidato de Cambiemos ya llegó derrotado a la elección. Con lágrimas en los ojos, Bermúdez, amortizó la perdida en la misma noche del domingo pero no ignoró que las divisiones en su propio frente interno lo llevaron a la derrota. Y las causas no están lejos de su entorno. La secretaria de Desarrollo Social del Municipio, Yenny Fonfach, presidente de la Convención Provincial de la UCR jugo en contra del propio candidato. Fonfach se reporta directamente a Quiroga y levantó la figura del diputado provincial Juan Monteiro de Nuevo Compromiso Neuquino (NCN) una invención del intendente -tanto el partido como el novel candidato- para tener las manos libres si el radicalismo o el PRO, lo abandonaban.

Bermúdez pagó las consecuencias de esa estrategia divisionista nacida a raíz de la ceguera política porteña al punto que el inexistente diputado nacional del PRO, Leandro Lopez, de comunión diaria con Marcos Peña, se dio el lujo de pedir que se vote a Gutiérrez en lugar de Quiroga para las pasadas elecciones de marzo cuando el actual gobernador revalidó títulos y se consagró en el Poder neuquino por otros 4 años más. El resentimiento de Quiroga ante tamaña jugada no pudo ser menor y pese a su discurso comprometido con el macrismo, no ocultó su irritación. Ojo por ojo, diente por diente, dice un proverbio oriental y Bermúdez, hombre totalmente alineado con Macri fue el pato de la boda.

¿Cómo quedan las cosas, el día después de la elección más importante de La Patagonia? Surge un claro ganador pero no ignora los desafíos que deberá enfrentar. Gaido llamó al diálogo a todos los espacios porque sabe que una ciudad que es el ombligo de Vaca Muerta le va a generar todo tipo de demandas. Así como las regalías por gas y el petróleo le permiten a Gutiérrez mantener la gobernabilidad provincial, las bendiciones hidrocarburíferas tendrán especial impacto en la ciudad que comandará Gaido. Viviendas, avenidas, escuelas, hospitales, y salarios estatales estarán en el primer nivel de los reclamos ya que Neuquén no es una excepción al cuadro crítico en general que vive el país y en sus suburbios se asientan fuertes bolsones de pobreza. Conocedor de lo que le espera pidió “construir una ciudad moderna e inclusiva”.

No se puede concluir este análisis sino se toman en cuenta el impacto de estas elecciones en el resto del escenario político. En el MPN, Gutiérrez se consolida en el control partidario y se proyecta hacia el futuro como el verdadero elector, desplazando a otras figuras de fuerte peso político, como Jorge Sapag, su mentor, y el senador Guillermo Pereyra, quien imperiosamente debe retener su banca el 27 de octubre próximo si no quiere perder una vital cuota de poder tanto dentro de su propio sindicato como en el mismo partido. Eso explica la contradicción del gremialista-legislador por apoyar a Fernández-Fernández y alejarse de Mauricio Macri, yendo en contra de la estrategia del propio gobernador y presidente del MPN, quien con astucia y picardía mando a votar lista incompleta. El partido no lleva boletas con fórmulas presidenciales.

Queda por ver cómo evolucionará el 10 por ciento de Jorge Sobisch bajo el paraguas de la Democracia Cristiana. Este ex gobernador emepenista no oculta sus intenciones de volver al poder pero más allá de la melancolía de un pequeño sector de la ciudadanía neuquina no conmueve a la gran mayoría en función de su objetivo de haber querido ser nuevamente intendente para intentar ser gobernador en el 2023. La edad tampoco lo ayuda lo mismo que a Pereyra, quien además tiene un cuadro de Salud preocupante al igual que Quiroga, quien jugará su destino político también el 27 de octubre cuando vaya por la senaduría nacional. Lo que viene es la renovación de la política provincial nacida bajo la impronta de Gutiérrez y en la que se acoplan muy cerca Gaido y Bermúdez y más rezagado el vicegobernador Rolando Figueroa, y Ramón Río Seco por el peronismo kirchnerista.

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